El PLENILUNIO que trastoca las miradas
ejerce esta vez de juez de silla,
ante el asombro general de los caracoles ciegos.
Por fin asoman los brillos ocultos
tras las paredes,
translúcidas cuando cae la luz
oblicua
de manera inesperada.
ejerce esta vez de juez de silla,
ante el asombro general de los caracoles ciegos.
Por fin asoman los brillos ocultos
tras las paredes,
translúcidas cuando cae la luz
oblicua
de manera inesperada.