Los personajes del tío Ful: Ramonita y Alejandra, integrantes del Via Crucis viviente en Olleros

Andan enfrascadas en todos los preparativos de la pasión viviente del viernes, la 33 edición, "la edad de Cristo". Miran al cielo, como todos, pues la lluvia es el enemigo

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
12/04/2025
 Actualizado a 12/04/2025
https://youtu.be/ejXl2Dd48Yc

Las miradas a la Semana Santa de la provincia se posan inevitablemente en Olleros de Sabero y su pasión viviente; una de las pocas que se mantienen —con Jiménez de Jamuz, Corullón, las caídas de Almanza, la de los mineros de Laciana...— y en el pueblo, en el valle, ya van ultimando los detalles para una edición especial, la 33. «Que es la edad de Cristo, habrá que conmemorarlo», explican Ramonita y Jani (Alejandra), protagonistas más anónimas que los personajes principales (Cristo, la Magdalena, la Virgen...) pero fundamentales. 

En el caso de Ramonita aún más pues sus buenas artes con la aguja y la máquina de coser hacen que cargue con los cuidados del vestuario, que no son poca tarea si tenemos en cuenta que «seremos cerca de 200 los que participamos, aunque están también entre ellos los de la Banda de Música de Cistierna, que esos no ‘dan guerra’, se arreglan ellos, aunque sí nos avisan de que si llueve ellos no pueden salir; por lo de los instrumentos, las partituras... lo suyo».

Ramonita lleva participando desde el principio, Jani se incorporó también «hace un buen número de años» y, como tantos otros en tantos lugares, miran al cielo con preocupación. «Este año la lluvia ya nos hizo la faena y tuvimos que suspender varios ensayos; menos mal que somos casi todos los mismos y solo es recordar».

Estas dos mujeres, pura espontaneidad y buen humor, recuerdan cómo comenzó todo, cómo se fraguó la idea de esta pasión viviente, con un componente más social que religioso. «Fue cuando el cierre de la mina, que la gente estaba muy de bajón. Nos reunimos un grupo y pensando ideas para levantar el ánimo, para unir al pueblo, surgió esta idea, que se hacía en algún pueblo de la parte de Palencia... y así llevamos 33 años».

Y el viernes —«si Dios quiere», bromean— volverán a tomar las calles de Olleros, desde la última cena a la crucifixión, 200 vecinos del Valle que nacieron para levantar el ánimo y ahora son uno de los grandes reclamos de la Semana Santa en la provincia. 

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