Se emocionó cuando la selección femenina de fútbol se proclamó Campeona del Mundo, reconoce que todavía se le pone la ‘piel de gallina’ al recordarlo y lloró cuando Aitana Bonmatí le quiso dedicar el título a las que habían abierto el camino, a las pioneras del fútbol femenino. "Es que aquel reconocimiento confirmaba una sensación que, de alguna manera, tenía pues también me sentía parte de aquel éxito, hasta el punto que me fui al bar del pueblo (Celadilla del Páramo), con mi camiseta de la selección española a celebrarlo".
Realmente a Mariajo Ferrero no le faltaban motivos para la celebración pues ella ha sido una de aquellas pioneras del fútbol femenino en León, jugó varias temporadas en el Huracán Femenino de Trobajo. "Eran los años 80, sólo había dos equipos en León, nosotras y el León FF, el de Celsa, para entendernos. Todo era mucho más complicado, muchos tópicos e incomprensiones, aunque debo decir que en Trobajo existía como una burbuja, llevaban unos años trabajando y se notaba, la gente que acudía era muy fiel y nos arropaban, con mucho cariño... Pero socialmente era otra cosa, lo primero que escuchábamos es que éramos unos marimachos que, te diré, no me importaba nada, yo lo que quería era jugar a fútbol y lo que pensara la gente me daba lo mismo, pero ahí estaba y no todo el mundo lo llevaba bien".
Mariajo recuerda que siempre sintió pasión por el fútbol, desde niña, "y en el pueblo no tuve ningún problema para practicarlo, jugaba con los niños... pero al ir para León se acabó, el fútbol no era para las niñas".
Hasta que un día su hermano le cuenta que en Trobajo hay un equipo de fútbol femenino. "Se me abrió el mundo, me apunté y disfruté mucho, por unos campos de barro y carbón de Asturias, el País Vasco...".
- ¿Y el sueldo?
- Algún año nos pagaron las botas, ¡menudas botas! La grasa para suavizarlas se la dábamos nosotras.
Repasa su álbum de fotos, jugando, con el Huracán, en la selección de Castilla y León, con ‘el chopo’ Iribar en Lezama, con Valverde, Loren... Y se emociona, con razón.