Nada más cruzar la puerta de la cuchillería El As sabes que estás en un lugar especial con un tipo muy especial, Asel (El As al revés). No conoce la prisa, te explica y te cuenta, "podría estar horas y horas hablando, me apasiona tanto lo que hago, soy tan feliz con mi trabajo".
- Has dicho varias veces la palabra ética ¿qué es la ética de un cuchillero?
- Muchas cosas, mi ética. Por ejemplo: nunca pido materiales a lugares lejanos, por baratos que sean pero con gran consumo de todo;recojo los aceros por las chatarrerías, en los talleres de coches, amortiguadores, rejas de arados, aspas de segadoras... que tienen alto nivel de carbono y son muy buenos para mis cuchillos, que siempre son ejemplares únicos, no hago series, ni siquiera dos iguales.
Insiste Asel en que hace cuchillos, y derivados, para toda la vida. «Estos no se acaban jamás, no es el cuento del acero inoxidable. Que tampoco se oxidan, basta cuidarlos, tenerlos secos, ponerles un poco de aceite... Cuchillo para toda la vida.
Asel ‘controla’ además todo el proceso, todas las partes, no solamente la hoja;también el mango lo hace él, de diversos materiales reciclados, y las fundas, con cuero que le sirve otro artesano tan singular como él, Jenaro, el curtidor de Santa María del Páramo.
- ¿Y estos cuidados mangos, verdaderas obras de arte?
- Eso lo heredé de mi padre, que era un artesano de la madera increíble, aunque no se dedicara profesionalmente a ello. A veces me dan más trabajo que el propio cuchillo, para que queden al milímetro. Uso maderas recicladas, que sobran a los vecinos, por ahí las tengo secando un año o dos, hasta que están en su punto. También me traen los amigos cazadores algunas astas de animales. En fin, que soy muy partidario del reciclaje, del respeto por la naturaleza, de la ética en el trabajo.
- Eres un tipo único.
- Como tipo no lo sé; como cuchillero artesano creo que soy el único de esta comunidad.