LNC Cofrade: Madre Dolorosa

75 años de la imagen mariana de la Cofradía de Jesús

Carlos García Rioja
04/05/2024
 Actualizado a 04/05/2024
La Dolorosa, en 1949, antes de su estreno. | L.N.C.
La Dolorosa, en 1949, antes de su estreno. | L.N.C.

A 1826, hace casi dos siglos, se remonta –según Máximo Cayón Waldaliso– la presencia de la Virgen en la procesión de ‘Los Pasos’, si bien no sería hasta 1849 cuando la Cofradía de Jesús contase con una imagen propia de la Dolorosa, debida a un desconocido Gerónimo Román. Antes y después de ella, a partir de 1941, sería la Soledad de Angustias la que desfilase en la mañana del Viernes Santo.

Visto el estado de deterioro de la efigie, tras la elección del nuevo abad, el 10 de octubre de 1946, «no se piensa hacer nada nuevo, reservando los ingresos de dos o tres años para adquirir una imagen y manto bordado de la Santísima Virgen». Y es el seise Gonzalo de Paz quien realiza la primera aportación para ello: 5000 pesetas, que supondrían buena parte de las 34.500 en las que se cifraría su coste final.

Pasada la Semana Santa de 1947, el 12 de junio, se acuerda realizar este encargo a Víctor de los Ríos, nombrándole asimismo seise honorario de la penitencial. Un trabajo, al parecer, no exento de dificultades en lo que se refiere al textil, que harían posponer su estreno hasta 1949. 

De hecho, al inicio de esa Cuaresma, el escultor se reúne con la junta de seises, decidiendo «iniciar el bordado del manto con la cooperación de la mujer leonesa que quiera contribuir», lo cual se lleva a cabo sobre el terciopelo expresamente tejido para tal fin por la barcelonesa Casa Sedó y que esta dona gracias a las gestiones de Ramón Borredá, hermano de la cofradía. Es por ello que su propietario, Alfredo Sedó, también es nombrado hermano honorario.

Finalmente, el Sábado de Pasión, 10 de abril, el paso completo se expone en el antiguo instituto Padre Isla, donde la nueva Dolorosa es bendecida por el obispo Almarcha el Miércoles Santo. En el acto, de gran relevancia social, se le impone a su autor, Víctor de los Ríos, la medalla de académico de las Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.

Estrenada en aquel Viernes Santo que el NO-DO dejó inmortalizado (LNC Cofrade número 86, 09.03.2024), la Dolorosa se ha convertido en una de las imágenes más emblemáticas del Dulce Nombre, especialmente desde finales de los 70, cuando Melchor Gutiérrez San Martín y su esposa, Ana Renedo, realizaron en cuero repujado el palio que donaron en 1979 y que inició la transformación estética de la Madre Dolorosa, dotándola del indiscutible sello propio que hoy en día posee.

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