LNC Cofrade: Hacia el Padre

Cuarenta años del paso de Jesús Divino Obrero encargado a Sánchez Mendizábal

20/04/2024
 Actualizado a 20/04/2024
‘Hacia el Padre’, ya con solamente tres de sus cinco imágenes iniciales. | L.N.C.
‘Hacia el Padre’, ya con solamente tres de sus cinco imágenes iniciales. | L.N.C.

Hace ahora cuarenta años –se cumplirán mañana, 21 de abril–, el Sábado Santo de 1984, salía por primera vez a la calle, en la Procesión de la Soledad, ‘Hacia el Padre’, el nuevo paso de Jesús Divino Obrero, hermandad de la que era su abad-presidente Salvio Barrioluengo –su nieto Álvaro, dicho sea de paso, tomará posesión el próximo 1 de mayo como su máximo mandatario– en aquel León cofrade de siete penitenciales. Tres días antes –en la tarde del Miércoles Santo– había sido bendecido el conjunto por el consiliario, Adolfo del Río, en el Edificio Fierro.


El misterio, encargado al escultor Gonzalo Sánchez Mendizábal –que había sido elegido de entre distintos autores como José Luis Estrada y José Ajenjo– representaba a José de Arimatea, con Cristo muerto en sus brazos, en presencia de la Virgen, san Juan y María Magdalena; y supuso un desembolso económico de un millón y medio de pesetas.


La relación entre Sánchez Mendizábal –nacido en 1954 en la localidad boliviana de Cochabamba y residente en Madrid desde 1970, a donde había llegado para estudiar Bellas Artes en la Academia de San Fernando– y la capital leonesa nace de la mano de su amigo, el pintor Miguel Ángel González Febrero, gracias a quien, antes de este paso –nos lo contaba el propio escultor, quien con toda amabilidad ha atendido nuestra llamada–, ya había realizado algunos encargos en León para particulares.


El paso fue cuestionado –así se refleja en la prensa local de la época– desde el momento mismo de su presentación. Ahora, cuarenta años después, el autor considera que su error más grave fue salirse de los cánones establecidos –«de igual forma que no se puede realizar una imagen de Buda que no sea la que todo el mundo tiene en la cabeza», compara–, «sobre todo en la policromía», porque el resultado no fue el que se esperaba. De hecho, al año siguiente recibió el encargo de un relieve de san Leopoldo Mandic para una catedral de la entonces Yugoslavia, que realizó ciñéndose a los patrones al uso y tuvo gran aceptación.


‘Hacia el Padre’ procesionó hasta 2005 –con distintas modificaciones a lo largo del tiempo, incluidos ropajes, postizos o la retirada de las imágenes de María Magdalena y de san Juan–, ocupando su lugar a partir del año siguiente el ‘Santísimo Cristo de la Paz y la Misericordia en su traslado al Sepulcro’, obra del riosecano Ángel Martín García.

 

Archivado en
Lo más leído