LNC Cofrade: En los templos

Por segundo año consecutivo, la covid-19 ha impedido sacar a la calle nuestras procesiones

Xuasús González
10/04/2021
 Actualizado a 10/04/2021
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En 2021 tampoco ha habido procesiones. La covid-19 lo ha impedido por segundo año consecutivo aunque, a diferencia del pasado, los templos han estado abiertos. Y en su interior –fundamentalmente en sus sedes canónicas– han centrado su actividad todas las cofradías, siempre cumpliendo con las normas establecidas. Han expuesto sus imágenes –en muchos casos ad hoc– y, a su vez, han procurado mantener sus actos más importantes o, al menos, celebrar otros en sus días más señalados. Las colas de fieles –debidas al aforo– han sido habituales.

Entre las exposiciones, sorprendió especialmente la organizada por Jesús el Jueves Santo y la mañana del Viernes con las imágenes principales de sus pasos, en donde destacaba el calvario formado por el Cristo de la Crucifixión, San Juan y la Dolorosa.

En cuanto a los actos principales, el Sábado de Pasión, Jesús Sacramentado realizó una plegaria y la Bienaventuranza celebró su Via Crucis. Y el Domingo de Ramos, el Gran Poder rememoró la entrada de Jesús en Jerusalén; la Expiración tuvo momentos para la reflexión, oración y silencio por la pandemia; y la Redención celebró ‘Redimere’.

El Lunes, Santa Marta rezó su Rosario de Pasión; Angustias, Jesús y Minerva celebraron el ‘acto de la Pasión’ y el Sepulcro realizó la Adoración de las Llagas. El Martes, la Expiración llevó a cabo su Via Crucis, Angustias celebró el ‘acto del Dolor de Nuestra Madre’ y el Perdón trasladó a esta jornada su misa de hermandad. El Miércoles Santo, la Expiración rezó el ‘Via Crucis de Francisco’, la Bienaventuranza encendió el cirio de ‘Dona Vida’, la Agonía y las Siete Palabras llevaron a cabo sendos Via Crucis, y Minerva evocó la Amargura.

En la mañana del Jueves Santo, la Bienaventuranza realizó, además del sermón, una ofrenda floral a su Cristo ‘Moreno’; y las Siete Palabras proclamó su ‘Pregón a caballo’, únicamente en el palacio de los Guzmanes, en boca de su autor, Gonzalo González Cayón, y sin caballos. Por la tarde, Santa Marta, María del Dulce Nombre y Gran Poder participaron en sus respectivas eucaristías; y el Desenclavo celebró el Oficio de Tinieblas y el Enclavamiento de Cristo y, después, en las Clarisas, el Desagravio.

Ya el Viernes, Jesús acercó al Nazareno al dintel de la puerta de Santa Nonia –sin haberlo anunciado, como tampoco otros momentos– a las siete y media de la mañana. El Desenclavo organizó turnos de vela, guardia y oración a su Titular, y la Agonía realizó una ofrenda floral al suyo. Ya por la tarde, el Perdón celebró un Via Crucis cantado; las Siete Palabras organizó ‘De la hora sexta a la nona’ –su consiliario, Roberto da Silva, predicó el sermón–; y Minerva evocó el Santo Entierro en el Museo de Semana Santa, recuperando el sermón de la Soledad –Angustias lo había hecho en 2016–, a cargo de su director nato, Mauro Melón.

En la tarde del Sábado Santo, el Desenclavo celebró el acto que le da nombre, en donde Manuel Jáñez realizó –de forma extraordinaria– el ‘Sermón del Desenclavo’; el Sepulcro entregó el fuego para la vigilia pascual de la catedral; y Jesús Divino Obrero organizó ‘Escenas de la Pasión – Camino del Sepulcro’. Jesús Sacramentado inauguró el tiempo pascual con su Via Lucis y, al día siguiente, de nuevo Divino Obrero llevó a cabo ‘El Encuentro – Mors Mortem Superavit’, cambio de manto de la Virgen incluido, en donde Magín Mayo dio lectura al pregón, obra del consiliario de la hermandad, Nicanor Martínez.

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