Las dos primeras concejalas de la democracia en León

María Dolores Otero, de UCD, y Esther Santás, del PSOE, fueron las dos únicas mujeres de la corporación municipal de la capital en 1979

18/03/2024
 Actualizado a 18/03/2024
Las dos concejalas de León en aquella primera legislatura con las fotos de los líderes de sus partidos, Adolfo Suarez y Felipe González. | FERNANDO RUBIO
Las dos concejalas de León en aquella primera legislatura con las fotos de los líderes de sus partidos, Adolfo Suarez y Felipe González. | FERNANDO RUBIO

Ya ha ‘celebrado’ Fernando Rubio haber sido fotógrafo de prensa en León en los años 70 pues, en el ámbito político sobre todo, fueron apasionantes. Entre los hechos que le tocó cubrir estuvieron las primeras elecciones municipales de la recién estrenada Democracia, en 1979. Y entre lo noticiable de las mismas figuraba algo relevante, y más en este mes de marzo con M de mujer: las dos primeras concejalas del Ayuntamiento de León en Democracia (no olvidemos que muchas décadas antes, en las de la dictadura de Primo de Rivera, lo había sido María Sánchez Miñambres) y que fueron: María Dolores Otero, en las filas de la UCD de Suárez que en León encabezaba Morano; y Esther Santás, en las filas del PSOE de Felipe González, cuyo cabeza de lista en León era el malogrado Gregorio Pérez de Lera, fallecido muy joven. 


Al viajar a aquellos años y a aquellas fotos Fernando Rubio tira de añoranza y los bautiza como ‘Los años de la inocencia’ pues dice sobre aquella etapa: "Cuando yo empecé los políticos eran casi inocentes;  y hasta nosotros, como ciudadanos esperanzados". Cierto que no parecen los actuales tiempos de inocencia ni de esperanza (en política) por lo que Rubio completa su mirada con una frase, más bien una de esas citas que siempre se ajustan a lo que se les pide. Es de William Wordsworth y reza así: "La inocencia perdida es una tristeza que jamás se olvida". 


No quisiera amargarle los recuerdos, pero en aquellas primeras elecciones municipales los leoneses empezaron (uno no vota en la capital) a sospechar de la inocencia de la política. María Dolores Otero salió elegida en las listas de la UCD; Esther Santás en las del PSOE, dentro de unos resultados globales en los que los socialistas fueron los más votados (17.332 votos, 10 concejales); la UCD se quedó muy cerca (17.293 votos, 10 concejales) y los otros 7 restantes fueron 4 para el PCE y 3 para Coalición Democrática. Un pacto de izquierdas hizo alcalde a Pérez de Lera y llevó a Santás al equipo de Gobierno. 


Pero la Junta Electoral aceptó una reclamación y ordenó repetir las elecciones en seis mesas ("algo impensable hoy", dicen la experiencia) y ahí donde surgen las dudas sobre "la inocencia". UCD tenía ‘asentados’ sus 10 concejales y el PSOE también, pero alguien reparó que Coalición Democrática (CD) sí podía arrebatar un concejal al PCE, con lo que la campaña de los centristas fue pedir el voto... para CD que sí logró ese concejal y ahí se produjo el ‘trasvase’ de concejalas: Santás pasó a la oposición y Otero al equipo de Gobierno, tan solo seis meses después de haberse conformado la corporación.


Pero ese es otro asunto que no empaña la noticia: las dos primeras concejalas de la Democracia que después también llevarían caminos divergentes, no sé si fruto de aquel cambio de papeles. Para Otero fue el inicio de una larga carrera política; y para Santás un efímero paso por ella, al menos de manera pública, pues desapareció de la primera linea para ‘reaparecer’ años después, en el 2000, pero como una reconocida fotógrafa con una trayectoria importante, de la que escribía el recordado Marcelino Cuevas: "Esther Santás ha llegado a un grado importante de singularidad. Se expresa con enorme personalidad y dejando claro que sabe muy bien lo que busca, lo que quiere hacer siendo sus temas preferidos: la arquitectura, y el paisaje, el paisaje urbano y la naturaleza. Sus fotografías contienen siempre un acentuado acento poético, en el que los colores, siempre delicadamente difuminados, tienen mucha importancia".  


También la poesía está presente en la trayectoria de María Dolores Otero, autora de varios libros del género, columnista ocasional, pero mucho más entregada a la política. Además de la primera concejala de UCD en León (donde permaneció tres legislaturas, en la concejalía de Cultura y Educación) sería con el tiempo senadora (también la primera senadora por León, ahora ya en otro partido (AP), entre otros cargos, como directora adjunta al Gabinete de Presidencia de las Cortes de Castilla y León. En su etapa municipal fue quien rompió el famoso Pacto Cívico firmado para que no fuera alcalde Juan Morano, su antiguo ‘jefe de filas’, en aquel momento en una candidatura independiente.
Siempre habla María Dolores Otero con mucho orgullo de su etapa de concejala de Cultura y entre sus logros más significativos apunta la creación del Coto Escolar, apoyar la creación del Festival de Órgano o ser la primera mujer desde Doña Urraca, en participar en la tradición de Las Cabezadas


El recuerdo que de ella tiene Fernando Rubio no puede ser más elogioso: "El de una mujer culta, sensible, tenaz y polifacética. Ese carácter y su educación y amabilidad, son los recuerdos que guardo en mi memoria de María Dolores".

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