111 miradas con foto

La ciento once es la entrega de 'El León de Fernando Rubio' de este lunes; una cifra que al fotógrafo le parece mucho más cargada de simbología que la manida del cien; "es la del despertar de las personas", argumenta

12/02/2024
 Actualizado a 12/02/2024
| FERNANDO RUBIO
| FERNANDO RUBIO

Al llegar a la entrega número cien de ‘El León de Fernando Rubio’, 111 lunes de imágenes y recuerdos, surgió esa tentación tan periodística de "celebrar y repasar"; pero Fernando es el tipo más alejado de los tópicos y los caminos trillados y su apuesta fue por "celebrar el 111, una cifra mucho más sugerente". 
- Sugiere.
- Son tres unos, que ya dice mucho y, además, en la interpretación de los números al 111 se le da una explicación que me parece muy atractiva: "Indica un despertar en la persona  y simboliza la manifestación de nuestros deseos que, de alguna manera es lo que pretendemos, un despertar a los recuerdos de aquella importante década de los setenta, en la que despertamos a tantas cosas, entre ellas a la Democracia; y con el deseo único de entretener a base de recuerdos, estampas, personas, hechos... todo aquello que vive en mi amplio archivo de aquella década en la que trabajé en la prensa leonesa y recogí buena parte, la gran mayoría me atrevo a decir, de todo lo noticiable que ocurrió en nuestro León".


Desde el 13 de octubre de 2021 (con el único paréntesis del último verano) se fueron sucediendo imágenes diversas, que las hemos resumido en tres que engloban a otras muchas. Unas veces al hilo de la actualidad, y así recogemos este lunes las tractoradas por razones más que obvias;¡ muchas veces recordando a personajes leoneses que permanecen en nuestra memoria, de las que un buen ejemplo podría ser Blas, el de las patatas más famosas de la ciudad; y un tercer grupo de aquellos símbolos, edificios, monumentos... no podía ser otro en León que la Catedral, pero para no caer en los tópicos ni las imágenes más repetidas, Fernando Rubio ha elegido sus campanas, que también son ejemplo de cómo una imagen abre las puertas de numerosas historias. No se puede hablar de las campanas de la Catedral (Froilana; La María; La Dominica; La Trinidad...); sin recordar a Ico, el campanero durante décadas, protagonista de alguna manera de uno de los cuentos llevados a la película El Filandón y también el cómplice del artista Jesús Mª Fernández Espino, aquel artista enamorado de las vidrieras del templo que temió que fueran destruidas en la guerra y se encerró en el  coro, con la complicidad de Ico, y fue copiando en su cuaderno todas las vidrieras, una por una, un trabajo impagable que no fue, por suerte, necesario pero que es una joya que primero se convirtió en libro de lujo y ahora custodia su nieto como lo que es, un tesoro.


El primero de los reportajes fue un rincón perdido en la actualidad, el bar merendero Villa Evarista, que además de muchos recuerdos desvelaba en su- nombre escrito en la puerta —Villa Evarista. 1932— otro secreto, el del año de nacimiento de Paco Umbral, tantos años un misterio pero al hablar de Villa Evarista en su Crónica de las tabernas leonesas decía que «había nacido el mismo año que el cronista». Fin del misterio, 1932, una fecha que allí estaba, en las fotos de Fernando.


Pocas fechas más tarde llegaba a este rincón de los lunes ‘La estación de Matallana’, de actualidad entonces, de actualidad hoy y, por desgracia, parece que lo va a seguir siendo durante tiempo... sin que el tren llegue a ella.


Entre los personajes que han ‘acompañado’ a Blas en su presencia están desde María Salerno, la leonesa que hizo llorar a media España con las penas de la protagonista de la recordada radionovela ‘Simplemente María’ a, por ejemplo, Manolo Jular, aquel que le coló a los jerarcas del franquismo la bandera de la República en el serón del burro de San Froilán, cuyo cartel de las fiestas había realizado. 


Ataúlfo, José Luis Gago, San Froilán o Fernando Suárez o Lola Flores en la Jura de Bandera de su malogrado hijo Antonio nos dan una idea de la diversidad que podemos encontrar entre los personajes de esta tierra; a los que habría que sumar todas aquellas tradiciones, algunas perdidas, como el aguinaldo y otras poco parecidas, como la iluminación navideña...


En fin, 111 despertares dan para mucho pero también queda mucho por venir pues, dice Fernando: "Me quedan en el archivo una jartá de imágenes, singulares, curiosas y sobre todo documentos gráficos directos".

 

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