Tomando como número de referencia el de la víctima, y después de recibir 56.121 registros telefónicos que fueron cribados según determinados criterios, analizaron los datos registrados desde abril de 2014 hasta la fecha del asesinato. “No se trata de posicionamientos GPS sino determinados por la ubicación de la antena de telefonía que recogió las llamadas y por su área de cobertura. No podemos decir dónde se encontraba exactamente un terminal y la persona que lo portaba”, precisó.
La información estudiada, procedente de los datos que ofrecen las compañías telefónicas, y el defensor de Raquel Gago, Fermín Guerrero, se empleó a fondo para intentar desmontar la validez o credibilidad de esos datos. Lo hizo fecha a fecha, enumerando las coincidencias detectadas entre su representada y la víctima. “No tenemos ningún interés en que esto tenga una resolución u otra”, protestó la perito ante una queja del letrado, quien puso de manifiesto la existencia de datos contradictorios.
“Partimos de la fiabilidad de la información de la operadora”, defendieron los peritos mientras Guerrero enumeró los datos que sitúan en distintas y distantes localidades a la víctima en un segmento de tiempo muy pequeño. Esos desfases también incluyen registros que posicionan a Carrasco en León y en Madrid en apenas pocos minutos o en distintas localidades de la provincia prácticamente al mismo tiempo, con segundos de diferencia. Las torres de cobertura no funcionan como los transportes terrestres, explicaron los peritos, lo que hace posible un 'trasvase' de usuarios entre antenas.
Fechas, horarios y nombres de calles se sucedieron en una dilatada exposición en la que el letrado insistió en cuestionar los datos aportados. “Es más de lo mismo... posicionamientos que no existen, localizaciones que se obvian... cómo Isabel puede hacer 47 kilómetros en 13 segundos”, resumió el representante de Gago, quien llegó a ironizar tras aludir los peritos al patrón del filtrado de datos utilizado. “Aunque no sea el patrón... será el marinero, pero explíquenlo, porque no lo entiendo”, reclamó.
Por su parte, el abogado que representa a Montserrat y Triana incidió en las debilidades de los datos aportados por los registros telefónicos. “¿Quién está vigilando a quién? Porque la antena donde aparecen la mayoría de las llamadas -en la avenida de Europa- está donde viven mis dos patrocinadas”, remarcó el letrado que representa a madre e hija. El repetidor del Mercado de Colón -otra de las que aparecen en el informe-, añadió, coincide con la zona donde suelen estacionar las dos acusadas.
Jurado en Comisaría
Por otra parte, el magistrado-presidente ha aceptado la propuesta de la defensa de Montserrat González y Triana Martínez para esclarecer y comprobar las características físicas de la estancia en la que permanecieron madre e hija en la Comisaría de León. De esta forma, el tribunal se desplazará a las dependencias policiales para llevar a cabo una inspección ocular de dicha dependencia.