La contienda de los letrados por encontrar la voz de sus posturas

Los abogados de las partes se centran en su estrategia y aprovechan cada uno de los interrogatorios para la construcción del relato que pueda servir a sus intereses

D.L. Mirantes
31/01/2016
 Actualizado a 16/09/2019
La bancada de la sala de vistas de la Audiencia Provincial en la que se sientan en cada sesión los letrados y las tres mujeres acusadas. | ICAL
La bancada de la sala de vistas de la Audiencia Provincial en la que se sientan en cada sesión los letrados y las tres mujeres acusadas. | ICAL
Una de las frases que más se ha escuchado esta semana por los pasillos de la Audiencia Provincial es que la «realidad siempre supera la ficción». Los giros que va dando el juicio por el crimen de Carrasco a cada sesión dan suficientes tramas como para escribir el guión de una película, se escucha a menudo en la sala de prensa y a los curiosos que se acercan a la puerta del palacio en el que nació Guzmán el Bueno. «Luego lo escribes en una novela y no se lo creen, te dicen que no es verosímil», explicaba el pasado miércoles una novelista al hilo de la misteriosa desaparición de Fermín Guerrero. Precisamente, los abogados cumplen uno de los papeles más examinados por todas las partes. Un papel que cada uno trata de interpretar a su manera. Por ejemplo, Fermín Guerrero se caracteriza por estar en el foco de los medios, mientras que su colega José Ramón García todavía no se ha parado ni una vez a hablar con los periodistas. Sin embargo, su papel más relevante es que el que realizan en la sala de vistas en defensa de los intereses de sus clientes.

Beatriz Llamas, letrada de la hija de Isabel Carrasco, es la abogada de la acusación particular que más actúa Hasta el momento el fiscal jefe, Emilio Fernández, como representante de la acusación pública es al que más se ha podido escuchar en las vistas. La agresividad de sus interrogatorios y su enfrentamiento con las defensas de Montserrat y Triana y de Raquel Gago ha generado en algunos foros judiciales voces críticas con su labor. Cabe recordar que fue el fiscal quien solicitó deducción de testimonio para una de las testigos, la directora del taller de restauración al que acudió Gago en la tarde de los hechos, por una posible contradicción con su declaración anterior en relación a las horas en las que Gago estuvo allí. El magistrado presidente, Carlos Javier Álvarez, al que el fiscal también trató de recusar, tendrá que decidir sobre una cuestión por la que la testigo podría ser juzgada.

Otro testigo, el abogado no penalista que asistió a Montserrat y Triana en su declaración en Comisaría tras su detención, Fernando Cornejo, recordó en su interrogatorio que ya había protestado durante la instrucción en el juzgado por la actuación del representante de la acusación pública. «Observé en el tono del señor fiscal que se mofaba y hacía sarcasmos de la declaración de Triana y así lo hice constar», recordó Cornejo.

Las defensas

Por otra parte, hasta el momento, el fiscal ha rechazado las solicitudes de la defensa de aportar nuevas pruebas y ha manifestado su oposición a que se incluyan declaraciones previas de algunos a las declaraciones prestadas en la sala. En el ecuador del juicio, el abogado de Montserrat y Triana, José Ramón García, un veterano «temido» en los Juzgados de Plaza de Castilla, gran aficionado a los toros y al mus, es quien más desencuentros ha tenido con el fiscal.

José Ramón García ha mostrado en las siete sesiones celebradas hasta la fecha un gran conocimiento del sumario. Fue él quien pidió en primer término que se reprodujera en la sala la llamada del policía jubilado al 1-1-2 que en la que luego éste no reconoció su voz o quien desveló que para tomar declaración a Montserrat en Comisaría solo se le habían formulado dos preguntas. También ha reconocido las dependencias en las que estuvieron detenidas las acusadas, los lugares por los que pasaron en el momento de los hechos o los tiempos que se tarda en recorrerlos. La experiencia de García es apreciable en cada vista, no obstante, ha defendido a encausados en el caso Arny (1995) de prostitución de menores o el caso Brouard (1984) por el asesinato del dirigente abertzale. También ha publicado una novela negra, ‘Mediterráneo’.

El otro abogado defensor, Fermín Guerrero, fue el gran protagonista de esta semana tras su misteriosa desaparición que obligó a suspender la vista del miércoles, una cita clave para el futuro de su representada. La ausencia ‘chocó’ a todas las partes, ya que se tiene al letrado Murciano por un hombre serio –25 años de profesión, despacha en Murcia y en Madrid, devoto de la Cruz de Caravaca, padre de tres hijos–. Además hasta la fecha los testigos no habían sido duros con su representada, incluso, uno de los policías de Burgos que arrancaron la confesión a Montserrat en la Comisaría llegó a afirmar «no entendía la participación de Raquel Gago y sigo sin entenderla».

La acusación

Beatriz Llamas, la abogada de la hija de Isabel Carrasco, Loreto Rodríguez, es quien está llevando la iniciativa en la acusación particular. Hasta la fecha sus interrogatorios se han centrado en obtener testimonio que apoyen la teoría del plan del tres (Montserrat, Triana y Raquel) que, como explicó en su alegato inicial, tratará de probar. Llamas se ha mostrado más activa que su compañero de bufete y de la acusación particular, Carlos Vicente Rivera, abogado de la pareja de Carrasco, Jesús López Brea. El letrado, especialista en derechourbanístico e inmobiliario, ha centrado sus preguntas en aspectos muy específicos de las armas o de la instrucción del caso. Precisamente, una de las llamadas de atención del magistrado presidente a los letrados ha sido para que cejen en su costumbre de abordar los interrogatorios en base a lo que los testigos declararon en las instrucción para construir sus relatos o buscar contradicciones porque el jurado no conoce la instrucción.

Por último, Rircardo Gavilanes es el abogado de confianza del PP leonés, incluso sonó para ser candidato a la alcaldía de León, aunque, finalmente, fue su hijo quien logró ser concejal. Gavilanes también defiende a Marcos Martínez imputado en la trama Púnica por su breve etapa como presidente de la Diputación. Gavilanes ha sido el que menos ha intervenido, generalmente para conocer algún detalle concreto. Sus interrogatorios no suelen ir más allá de las tres preguntas.
Lo más leído