
Una de las armas más potentes con las que cuenta la candidatura de la ciudad para convertirse en la Capital Gastronómica del próximo año están en las «tapas gratis», como explican fuentes de la candidatura que prefieren quedar en el anonimato. No obstante, según apunta «es necesario darle una vuelta, aumentar entre un 20 y un 30% el tamaño de la tapa». Entre las opciones barajan aumentar «una o dos patatinas» la guarnición o «sacar menos cortes de la barra para las tostas». Además, también se apunta la posibilidad de distribuir fiambreras (‘tupperwares’) con una pegatina con el lema ‘No quiero ver nada en el plato’ para que las regalen los hosteleros.
