Una vida en el alambre

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
30/05/2024
 Actualizado a 30/05/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

De vidas en el alambre están llenas las historias de equilibristas de la subsistencia. 
Vidas en el alambre, más allá de los equilibristas de los circos, que se asoman a las páginas del diccionario de lo extraño y lo extraordinario, del salir adelante contra viento y marea y contra todo pronóstico, que siempre hay quien se salva del salto mortal definitivo, a medio camino entre la suerte y el saber.
Pero hay vidas hechas para soportarlas en el alambre sin ninguna épica, sorteando a cada centímetro el salto mortal hacia la nada, el dedo que te aprieta contra el paredón, el aquí se acabó del más potente de los insecticidas inventado y publicitado en todos los medios. Una muerte de hormiga, perseguida sin piedad.
Bien parece que el delito no es matar, el delito es vivir siendo pequeño o incómodo o molesto o pasto del odio de los humanos.
¿No son vidas las suyas merecedores de defensores? ¿si eres hormiga, mosca, mosquito, avispa y otras familias similares encontrará quien te ampare? ¿quién se atreverá a recoger firmas por tí al lado de quienes suspiran por el rinoceronte de Sumatra?
Hasta en las vidas en el alambre hay clases. Faltaría más.

 

Lo más leído