Andamos en bronca estos días porque los asturianos nos llamaron «meseta», como si no supiéramos de siempre cómo son los del Puerto p’allá; que a la ironía cazurra siempre respondieron con lo que ellos llaman el cabronicio vecinal.
¿Cuántos años, décadas más bien, llevan diciendo cuando llenan el maletero de cachivaches que «ye que vamos pa Castilla», cuando en realidad vienen para La Pola de Gordón o esa Valencia de Don Juan y rebautizaron en Valencia de la O en aquellos años en los que las matrículas de los coches anunciaban el origen de sus dueños?
¿Y cuántas veces aguantamos, más lo que allí estudiamos o trabajamos, aquello de que Asturias es España y lo demás tierra conquistada?
«Que ta bien que vos pongáis gallos, pero paece mentira pa vosotros...» me dice uno de los mil de Turón o Mieres que vienen a comer al Ezequiel cuando me ve leyendo sobre la polémica. O lo que sea.