La eficiencia energética se ha convertido en una prioridad para los hogares y las empresas europeas en los últimos años, más aun desde el comienzo de la crisis energética surgida a raíz del conflicto bélico de Ucrania en 2022, cuando se vivió un incremento sin precedentes de los costos energéticos en el continente, y se evidenció la fragilidad de Europa frente a su dependencia del gas ruso.
Si bien la situación ha mejorado desde los máximos en el precio de la energía vistos a lo largo del año 2022, las tensiones geopolíticas persisten y de hecho han tendido a agravarse bastante en los últimos meses, lo que amenaza con desencadenar nuevas crisis energéticas en Europa en el futuro próximo.
En este contexto de inestabilidad e incertidumbre, la utilización eficiente de los sistemas de calefacción y agua caliente se ha vuelto crucial para disminuir el consumo de energía y mitigar el impacto de posibles aumentos de precios. Las calderas y calentadores de gas son responsables de una porción significativa del consumo energético en los hogares españoles, representando hasta el 47% según datos oficiales del gobierno, por ello, optimizar su funcionamiento puede resultar en importantes ahorros para así contribuir a la seguridad e independencia energética del continente europeo. Entre otras medidas para optimizar el funcionamiento y el uso de calderas y calentadores, se recomienda:
Ajuste óptimo de la temperatura
Una de las medidas más efectivas para economizar gas natural es configurar adecuadamente la temperatura de operación de la caldera o el calentador. Para las calderas mixtas de calefacción y ACS, se aconseja establecer la temperatura del agua que circula por los radiadores entre 65 y 70 grados. Esto permite que los radiadores transmitan calor al ambiente de manera eficiente sin desperdiciar energía.
Por otro lado, con respecto al agua caliente sanitaria, es importante evitar temperaturas excesivamente elevadas. En la mayoría de los calentadores, el rango de regulación oscila entre 35 y 60 grados. Durante el invierno, una temperatura entre 50 y 55 grados es suficiente para obtener agua caliente confortable, mientras que en verano se puede reducir hasta los 35 grados.
Además, es fundamental tener en cuenta que cada grado adicional en la temperatura de consigna establecida en el termostato de las calderas incrementa el consumo de gas aproximadamente un 7%. Por lo tanto, ajustar la temperatura al mínimo necesario para garantizar el confort puede generar ahorros significativos.
Implementación de termostatos y programadores
La instalación de termostatos digitales programables es una inversión que se amortiza rápidamente gracias al ahorro que permiten alcanzar. Estos dispositivos permiten ajustar la temperatura de forma precisa y programar los horarios de funcionamiento de las calderas y calentadores adaptados a las rutinas del hogar.
Respecto a la configuración de los mismos, se recomienda configurar la temperatura de los termostatos entre 19 y 21 grados durante el día, y entre 15 y 17 grados por la noche. Por otro lado, algunos modelos avanzados incluso permiten el control remoto a través del smartphone o utilizan geolocalización para optimizar automáticamente el encendido y apagado del circuito de calefacción cuando los usuarios están cerca de casa o cuando se han marchado de la misma.
Mantenimiento preventivo
El mantenimiento regular de calderas y calentadores es esencial para garantizar su funcionamiento eficiente y seguro. Se recomienda realizar una revisión anual por parte de un técnico cualificado, que no necesariamente tiene que ser del servicio técnico oficial del fabricante pero sí debe ser conocedor de los aparatos de la marca de la caldera o el calentador.
Por poner un ejemplo, una caldera o calentador Junkers en Valencia ciudad debería de ser intervenida por técnicos expertos en servicio tecnico Junkers Valencia que conozca las particularidades de los modelos de calderas y calentadores de esta marca como los calentadores Junkers Hydronext estancos o los miniMAXX atmosféricos que ya no se comercializan, o las calderas Junkers-Bosch de nueva generación como las Condens, que son de gama alta y tienen sistemas de control electrónico más avanzados que deben ser manipuladas sólo por expertos.
Durante la revisión se deben inspeccionar componentes clave como la chimenea, el quemador y el intercambiador de calor en calderas y la membrana y cuerpo de agua en calentadores. También es importante eliminar los depósitos de cal y suciedad que puedan afectar a la eficiencia del equipo.
En el caso de los radiadores, es fundamental purgarlos antes del inicio de la temporada de calefacción para eliminar el aire acumulado que dificulta la circulación del agua caliente.
Regulación del flujo de agua
En los calentadores de gas, ajustar adecuadamente el caudal de agua que ingresa a los mismos es crucial para optimizar el rendimiento. Esto se debe a que la mayoría de los calentadores estándar están diseñados para calentar un caudal máximo de aproximadamente 10 litros por minuto por lo que, si el caudal es excesivo, el agua no alcanzará la temperatura deseada o se desperdiciará gas intentando calentarla. Por ello, se recomienda instalar limitadores de caudal o regular las llaves de paso para ajustar el flujo de agua que entra al calentador a la capacidad óptima del mismo.
Aislamiento térmico
Aunque no está directamente relacionado con la caldera, un buen aislamiento térmico de la vivienda es fundamental para reducir las pérdidas de calor y maximizar la eficiencia de los sistemas de calefacción. Se estima que hasta un 30% de las necesidades de calefacción de las viviendas se deben a pérdidas de calor a través de ventanas mal aisladas. A este respecto, algunas medidas sencillas para disminuir las pérdidas de calor incluyen la instalación de burletes en puertas y ventanas, el uso de cortinas gruesas y la colocación de alfombras. Para mejoras más significativas, se puede considerar revisar el aislamiento de paredes, techos y suelos, aprovechando las subvenciones disponibles actualmente en España para rehabilitación energética.
Tecnologías eficientes: calderas de condensación y suelo radiante
La sustitución de calderas antiguas como las calderas estancas por modelos de condensación puede generar ahorros de hasta un 30% en el consumo de gas. Estas calderas aprovechan el calor latente de los gases de combustión, alcanzando eficiencias superiores al 100% respecto al poder calorífico inferior del combustible.
Así mismo, otra opción altamente eficiente es el suelo radiante, que opera con agua a baja temperatura (35-40°C) en comparación con los radiadores convencionales (que operan a >70°C). Este sistema proporciona una distribución más uniforme del calor y combina perfectamente con tecnologías como la aerotermia o la geotermia.
Hábitos de consumo responsable
- Además de las medidas descritas anteriormente, adoptar hábitos de consumo responsable es clave para maximizar el ahorro energético:
- Limitar la duración de las duchas a un máximo de 5 minutos puede ahorrar hasta un 50% de agua caliente.
- Instalar atomizadores o perlizadores en los grifos permite reducir el consumo de agua sin perder confort.
- Cerrar el grifo mientras nos enjabonamos o nos cepillamos los dientes evita desperdiciar agua caliente.
- Utilizar el lavavajillas y la lavadora a plena carga y con programas eco optimiza el consumo de agua y energía.
- Ventilar la vivienda durante 10 minutos por la mañana y aprovechar la radiación solar para calentar el ambiente de forma natural.
La importancia de las revisiones e inspecciones periódicas
Es fundamental distinguir entre las inspecciones obligatorias de la instalación de gas y las revisiones de mantenimiento de la caldera:
- Las inspecciones de gas las realiza la compañía distribuidora cada 4-5 años para verificar la seguridad de la instalación.
- Las revisiones de la caldera deben realizarse según lo establecido por el fabricante, generalmente cada 2 años para calderas domésticas.
Estas revisiones no sólo garantizan la seguridad, sino que también optimizan el rendimiento del equipo, prolongan su vida útil y previenen averías costosas.
Conclusión
El uso eficiente de calderas y calentadores de gas es una herramienta efectiva para reducir el consumo energético y protegerse frente a posibles crisis energéticas que puedan ocurrir en el futuro próximo. Combinando tecnologías eficientes, un mantenimiento adecuado y hábitos de consumo responsable, es posible lograr ahorros significativos sin sacrificar el confort.
Ante un escenario geopolítico incierto que amenaza con nuevas tensiones en los mercados energéticos, la eficiencia energética se convierte en la mejor aliada de los consumidores y en una contribución esencial a la seguridad energética europea. Cada acción individual, por pequeña que parezca, suma en el esfuerzo colectivo por construir un sistema energético más sostenible y resiliente.