"Esta obra es una vuelta a la palabra"

Rosario Granell dirige a un grupo heterogéneo de actrices en el montaje ‘Cuadros de amor y...’, que se beneficia de la dramaturgia de José Luis Alonso de Santos y de Darío Fo y que este martes tiene su puesta de largo en El Albéitar

Joaquín Revuelta
14/06/2022
 Actualizado a 14/06/2022
Las seis actrices y la perrita Lana que participan en el montaje ‘Cuadros de amor y...’ que este martes se estrena en el Teatro El Albéitar. | ROSARIO GRANELL
Las seis actrices y la perrita Lana que participan en el montaje ‘Cuadros de amor y...’ que este martes se estrena en el Teatro El Albéitar. | ROSARIO GRANELL
Todavía reciente el paso por el Auditorio Ciudad de León de la ópera infantil de Benjamin Britten ‘The Golden Vanity’ por parte del Coro de Niños ‘Ciudad de León’ con dirección musical de David de la Calle y dirección escénica de Rosario Granell, esta última asume igualmente la dirección del montaje ‘Cuadros de amor y...’ que es resultado del trabajo llevado a cabo en el Taller de Teatro de la Escuela de Música, Danza y Artes Escénicas, un espectáculo que corre a cargo de Las Mujeres de Lana, que es el nombre del grupo de trabajo que bajo la dirección de Granell pondrá en escena, a partir de las 20:30 horas en el Teatro El Albéitar con entrada libre hasta completar el aforo, esta pieza integrada por varios textos de José Luis Alonso de Santos –galardonado recientemente con el Max Honorífico– y de Darío Fo.
   
En palabras de Granell, «el montaje parte de un taller laboratorio de teatro que llevo dirigiendo desde hace algunos en la Escuela de Música, Danza y Artes Escénicas. La actividad se frenó a consecuencia de la pandemia pero el año pasado pudimos estrenar ‘El terrado’, sobre textos de Vázquez Montalbán, que a diferencia de ‘Cuadros de amor y...’ era más experimental», reconoce la también bailarina y coreógrafa, que en el caso del espectáculo que este martes se estrena en el Teatro El Albéitar ha podido contar con dos de las actrices de la función anterior, las cuales tienen ya experiencia sobre las tablas, lo que no sucede con el resto de actrices, por lo que el punto de partida esta vez ha sido el trabajo a partir del propio texto teatral. «De algún modo es una vuelta al inicio de mi periplo docente, que es entrar de lleno en el texto, volver a la palabra».El hecho de haber elegido a dos autores diferentes obedece a la singularidad del reparto, ese grupo híbrido que Granell ha configurado para este montaje. «Mientras que para las dos actrices más experimentadas he optado por sendos monólogos de Alonso de Santos y Darío Fo, en el caso de las cuatro actrices con menos experiencia   la opción son dos cuadros de Alonso de Santos con dos mujeres en escena. Aunque tanto los dos monólogos como los dos cuadros funcionan de manera independiente, con el fin de otorgar un carácter global a la representación he ideado una escena inicial en la que las seis actrices comparten un mismo espacio», sostiene Granell, para quien su trabajo en esta ocasión ha sido hacer entender a las actrices lo que el autor ha tratado de transmitir con el texto. «El principal miedo que tienen estas actrices con poca o ninguna experiencia sobre las tablas es olvidarse del texto, que es algo que pueden solventar si tienen una buena comprensión del mismo, de ahí la importancia de comprender lo que quiere explicar el autor. Otro miedo habitual es pensar que el público no lo va a entender, a lo que respondo que en realidad ese es el trabajo del público».
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