Viaje a las entrañas de la tierra en Valdevimbre

No se puede hablar del vino en León y olvidar al pueblo que ha sido cuna del prieto picudo y que ha hecho de sus bodegas una suculenta experiencia

T.G.
13/11/2020
 Actualizado a 13/11/2020
El perfecto estado de conservación de muchas bodegas en Valdevimbre es un atractivo más del pueblo. | MAURICIO PEÑA
El perfecto estado de conservación de muchas bodegas en Valdevimbre es un atractivo más del pueblo. | MAURICIO PEÑA
Los cubos de las bodegas forman parte del ‘skyline’ de Valdevimbre. Se erigen junto al pueblo como testigos de su pasado vitivinícola pero también de su presente y su futuro pues no se entendería ninguno de estos tiempos sin los muchos, variados y prestigiosos vinos que allí se elaboran. Y tampoco sin la arquitectura tradicional de sus bodegas, un ejemplo de que sí es posible mantener el patrimonio vinculado al vino y, además, hacer de él un atractivo como lo han hecho los restaurantes que ofrecen suculentos menús en las mismísimas entrañas de la tierra.

Descubrir la historia de Valdevimbre es por tanto conocer mejor el desarrollo de la viticultura en el sur de León y para ello el Ayuntamiento de la localidad cuenta con el Museo del Vino, un centro de interpretación en el que poder contemplar cómo se trabaja en una cueva tradicional con más de 300 años de antigüedad. Tiene una entrada con pasiales en la que se pueden admirar la maquinaría antigua, el sistema de prensado tradicional utilizando una viga de 10 metros de longitud inventado en la época romana y utilizada casi hasta la actualidad, así como diversos útiles y herramientas vinculados con todas las fases del proceso de elaboración del vino. Las visitas al Museo del Vino de Valdevimbre deben programarse concertando una cita con el Ayuntamiento de la localidad (en el teléfono 987 304 111 o a través del correo electrónico culturayturismovaldevimbre@gmail.com) que en todo caso deberán ser de grupos con un mínimo de 10 personas.

Una visita al Centro de Interpretación del Vino no debe acabar nunca sin pasar antes por muchos de los establecimientos hosteleros del municipio, dispuestos a servir siempre el mejor de los vinos de los bodegueros de su municipio. A estos últimos también se puede acudir para conocer esos templos del vino en los que las variedades autóctonas de prieto picudo y albarín son las señas de identidad de unas elaboraciones que conjugan la tradición y el futuro. Y está prohibido dejar atrás Valdevimbre sin adentrarse en su subsuelo para sentarse a una mesa que estará llena de los mejores manjares de la tierra en cualquiera de las muchas bodegas tradicionales que han convertido en atractivos restaurantes donde la luz de una vela y el barro de sus paredes convierten una comida o una cena en una experiencia inolvidable que, una vez probada, siempre se querrá repetir. A todo ello se suman además las celebraciones que, aunque este año suspendidas por la pandemia, se celebran en el municipio y que tienen un fuerte vínculo con su pasado como es la Fiesta del Vino en el mes de agosto o la Feria de la Vendimia en septiembre, una oportunidad de disfrutar de la hospitalidad de la que siempre hacen gala los vecinos de Valdevimbre. Ellos han contribuido a hacer de su pueblo un lugar para los amantes del buen comer y del buen beber.
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