Los bolsillos tiemblan cuando llega la factura de la luz; sin embargo, hay algunas actuaciones que contribuyen considerablemente al ahorro energético, que están al alcance de todos. Comportamientos simples y sencillos, que pueden marcar diferencias. Una de estas actuaciones tiene que ver con los dispositivos y aparatos electrónicos que permanecen enchufados aunque no se estén utilizando.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), dejar estos aparatos en ‘stand by’ o modo de espera, que es como se denomina a los dispositivos que permanecen apagados pero enchufados, generan lo que se llama consumo fantasma. Estos aparatos siguen consumiendo energía, pudiendo comerse incluso un 10% de la factura, según la organización de consumidores.
Otra práctica a tener en cuenta para un mayor ahorro es ajustar la temperatura del hogar tanto en invierno como en verano, manteniendo en torno a los 21 grados en el periodo frío y rondando los 25 durante el estío.
Asimismo, un gesto que contribuye de forma considerable en este ahorro energético es la compra de electrodomésticos eficientes. Alrededor de un 40% del consumo energético de los hogares corresponde a estos aparatos según la OCU, que señala que el ahorro es mayor en los grandes electrodomésticos, como son la secadora, el frigorífico, el lavavajillas y la lavadora. Asimismo, y teniendo en cuenta siempre la tarifa eléctrica contratada y el uso que se haga de los mismos, para un uso estimado de 10 años, el ahorro medio final sería de 350 euros.
Y es que, «del análisis de 828 electrodomésticos de seis categorías diferentes, OCU señala un ahorro medio de 35 euros al año en la factura eléctrica si se priorizan aquellos modelos destacados por su buena calidad y alta eficiencia. Que serían 350 euros si lo multiplicamos por los 10 años de uso que pueden tener, lo que compensaría su posible sobre coste frente a otros modelos menos eficientes. Claro que el ahorro final varía según el tipo de aparato: en la secadora y el frigorífico puede superar los 450 euros», señalan desde la Organización de Consumidores y Usuarios. El uso de bombillas LED y un buen aislamiento en el hogar son claves para mantener también un ahorro energético que repercuta en la factura.