Con motivo del Día de Santa Bárbara, Jaime Santoalla, director de la industria más longeva de la comarca, Cementos Cosmos, hace balance del año y nos cuenta los retos de futuro. La cementera avanza hacia la descarbonización de su actividad, apostando por la modernización de sus instalaciones, la economía circular y la fabricación de cementos con menor huella de carbono.
- A punto de concluir el año, ¿podría hacer un balance del ejercicio y darnos unas pautas de las perspectivas de futuro?
- Nos encontramos en un momento de grandes cambios, marcado especialmente por el camino hacia la neutralidad climática. Tenemos el reto de reducir la huella ambiental de la actividad industrial. Este objetivo es prioritario y para ello debemos avanzar en varios frentes.
Por un lado, impulsar la economía circular, promoviendo prácticas sostenibles en el proceso de producción y el uso de materiales. Por otro, potenciar la innovación, integrando tecnologías que optimicen la eficiencia y sostenibilidad de la fábrica; y, por último, fomentar la fabricación de cementos y hormigones con menor huella de carbono que permitirán construir edificaciones e infraestructuras cada vez más sostenibles y resilientes.
«Anualmente ponemos en valor unas 60.000 toneladas de materias primas alternativas que proceden de otras industrias»
- El año pasado, Cementos Cosmos cumplió 100 años. ¿Cuáles han sido los mayores hitos de este año?
- Sin duda, llevar un siglo en la comarca generando riqueza y empleo de calidad es un hito difícil de superar, pero este año hemos cumplido algunos objetivos de los que nos sentimos muy orgullosos. Por poner algún ejemplo, recientemente, acabamos de renovar nuestra certificación EMAS. Esta certificación, de carácter voluntario, es un aval más del compromiso de la empresa con la excelencia en la gestión ambiental y con la mejora continua y consolida a Cementos Cosmos como un referente en sostenibilidad industrial en la comarca del Bierzo. No solo somos la industria más longeva del Bierzo, sino que somos la única de la comarca que figura en el registro EMAS.
Por otro lado, este año también recibimos el premio de la CEOE Castilla y León a la mejor empresa por su aportación económica y social. Este reconocimiento supone un tremendo orgullo para todas las personas que formamos parte de este proyecto y esto es gracias a nuestros esfuerzos en modernizarla, haciéndola cada vez más eficiente, competitiva y, sobre todo, sostenible.

- Hablando de sostenibilidad, también están adheridos al Pacto de Economía Circular de Castilla y León. ¿Qué implica esto?
- Esta iniciativa busca visibilizar buenas prácticas, fomentar la colaboración y acelerar la transición hacia un modelo más sostenible.
En este contexto, la planta de Toral promueve activamente la economía circular gracias a la valorización de residuos para su uso, tanto como materia prima como combustible alternativo al combustible fósil habitual, el coque de petróleo.
En nuestra fábrica, anualmente ponemos en valor unas 60.000 toneladas de materias primas alternativas, como escorias y cenizas volantes, que proceden de otras industrias. También sustituimos parte de los combustibles fósiles tradicionales por alternativas como neumáticos inservibles, contribuyendo así a la reducción de emisiones de CO2 y al aprovechamiento energético de materiales que, de otro modo, acabarían en vertederos.
«Nuestro foco está en la modernización de equipos para reducir emisiones y optimizar procesos e impulsar la economía circular»
- ¿Qué resultados se han obtenido gracias a esta estrategia?
- Desde un punto de vista cuantitativo, en el último año hemos logrado un ahorro de emisiones que equivale a las generadas por más de 40.000 vehículos, aproximadamente los que hay censados en el municipio de Ponferrada. Además, desde 2020 hemos conseguido reducir las emisiones de CO2 en más de 100 kg por tonelada de clínker producido.
Desde el punto de vista cualitativo, consolida nuestro compromiso con la sostenibilidad, la eficiencia y el consumo responsable.
- En los últimos cinco años han invertido 22 millones de euros. ¿Cuáles son los próximos planes de inversión?
- Nuestro foco siempre está en la modernización de las instalaciones y de los equipos para reducir emisiones y optimizar procesos, la incorporación de sistemas que mejoren la eficiencia energética y que impulsen la economía circular, favoreciendo la valorización de residuos, y el aprovechamiento de recursos. Todo ello con el reto de avanzar hacia una producción más sostenible y responsable.
- ¿Cuál considera que es la clave de éxito para haberse convertido en una empresa centenaria con salud en El Bierzo, superando las crisis?
- El motor que nos ha impulsado siempre ha sido una combinación de tres factores: adaptación, compromiso y arraigo. Adaptación, porque hemos sabido evolucionar con los tiempos, modernizando nuestras instalaciones y procesos para responder a los retos de cada momento, adelantándonos a las necesidades de una fábrica como la nuestra. En segundo lugar, compromiso en su más amplio sentido. Por un lado, con la sostenibilidad, incorporando las mejores técnicas disponibles, promoviendo la economía circular y el uso de energías renovables y esforzándonos por fabricar productos con una huella de carbono menor, y por otro, compromiso con nuestro entorno. Y, por último, arraigo, porque llevamos más de un siglo vinculados al Bierzo, generando empleo de calidad y contribuyendo al desarrollo de la comarca. Esa conexión con el territorio nos impulsa a seguir trabajando para que la fábrica de Toral continúe siendo un referente de sostenibilidad industrial y un motor de futuro para la región.