Al frente del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de León se encuentra Miguel A. de Mena Mogrobejo. Junto a él, se hallan un grupo de personas ilusionadas que quieren trabajar para y por la profesión enfermera, con la convicción de que su esfuerzo repercutirá en toda la sociedad. Esta Junta de Gobierno desea transmitir su ilusión a todos los colegiados, hacerles partícipes de su Colegio y construir entre todos una institución fuerte, con la representación social y profesional que merece.
Sin embargo, el colectivo de Enfermería, tanto en nuestra provincia como a nivel nacional, atraviesa un momento crítico. La falta de profesionales y las condiciones de sobrecarga están poniendo en tensión la atención sanitaria, así como los propios cuidados que los profesionales pueden proporcionar. Esta situación se ha convertido ya en estructural.
Según los datos más recientes del Consejo General de Enfermería, España presenta una ratio de alrededor de 6,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes, frente a una media europea de 8,5. En la comunidad autónoma de Castilla y León, la cifra asciende a 7,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes, aún por debajo del estándar europeo.
La escasez de enfermeras y la sobrecarga de trabajo tienen efectos directos en la calidad asistencial. Estudios recientes señalan que, cada día en que un paciente permanece ingresado con plantillas insuficientes, su riesgo de mortalidad se incrementa en un 8 %. Además, se alargan los ingresos hospitalarios, aumentan las complicaciones y se reducen los tiempos de atención directa que el profesional puede dedicar al paciente.
«Cuando se pide a una profesional que atienda a más pacientes de los que puede, se resiente el cuidado, se tensiona el sistema y se vuelve más vulnerable», explica De Mena.
El problema no es solo la falta actual de profesionales, sino también el mantenimiento del sistema en el futuro. Según los informes, en los próximos diez años se jubilarán en España cerca de 49.800 enfermeras, lo que representa alrededor del 16,9 % del total. En paralelo, la formación de nuevos profesionales no crece al ritmo necesario para compensar la pérdida. Según el informe del Ministerio de Sanidad, al ritmo actual harían falta casi 25 años para alcanzar la ratio europea.
A ello se suma la fuga de profesionales al extranjero o a comunidades con mejores condiciones laborales. Un reciente estudio del CGE apunta que España registró más de mil solicitudes de traslado al extranjero solo en el primer semestre de 2025.
Esta situación está provocando que, en muchos centros sociales de dependientes, personas mayores, etc., tanto públicos como privados, y ante la escasez de enfermeras, intenten cubrir el déficit con personal no cualificado. Esto supone una disminución de la calidad asistencial y un riesgo añadido para los usuarios de esos centros. Además, debe recordarse el agravante legal que conlleva el intrusismo profesional: en ningún otro ámbito se permitiría algo similar.
El COEL reclama una hoja de ruta clara para revertir la situación. Entre las principales peticiones destacan el incremento de plantillas, ajustadas a la demanda asistencial y con los ratios europeos como referencia, así como la mejora de las condiciones laborales: retribuciones, estabilidad, jornada, conciliación familiar y especialización.
Respecto a la especialización, no se puede invertir en formación y, tras realizar el EIR, no pueden transmitir sus conocimientos porque la Junta de Castilla y León no saca las plazas necesarias para cubrir los puestos de especialistas. Deberían reforzarse los cuidados comunitarios, especialmente en zonas rurales y dispersas, donde la enfermería juega un papel clave en la promoción de la salud, la prevención y el seguimiento.
De Mena advierte que «en León, la dispersión y el envejecimiento de la población hacen que la enfermería tenga que asumir un papel aún más integral y complejo». Por último, insiste en la necesidad de gestionar un plan de relevo generacional que contemple las jubilaciones próximas y la incorporación de nuevos profesionales con incentivos.
«Cuidar a quienes cuidan es una inversión en salud pública». En un momento en el que la presión asistencial no deja de crecer —por envejecimiento de la población, cronicidad y aumento de la demanda—, no abordar el déficit de enfermeras hipotecará no solo la calidad de la atención, sino la propia sostenibilidad del sistema sanitario.
En León, la entidad colegial recuerda que mantener viva la enfermería es una tarea de todos: usuarios, compañeros sanitarios, profesionales de otros ámbitos, responsables políticos y sociedad en general. El Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de León subraya la importancia de la profesión dentro del sistema sanitario por su preparación académica, profesionalidad y compromiso, porque constituye el pilar sobre el que se sustenta la sanidad y la salud colectiva. Sin la enfermería, sería imposible el funcionamiento tanto de los hospitales como de los centros de salud.