En pleno sur de León, ya al límite con la provincia de Valladolid, es uno de esos lugares en los que presta adentrarse. La tierra del pan y del vino por sus campos de trigo y sus viñedos, el municipio ofrece una amplia y seductora oferta cultural en torno a su patrimonio y sus espacios naturales que conquistan enormemente a todo aquel que lo visita. En la primera toma de contacto, el entorno natural de Gordoncillo ofrece un paraje en los que merece adentrarse con diferentes sendas. En concreto, existen señalizadas dos rutas de senderismo y cicloturismo relacionadas directamente con el viñedo, las cuales permiten recorrer las 205 hectáreas de viñedos propiedad de la empresa vitivinícola Gordonzello, SA.
Por otro lado, también se encuentra la Ruta de las Fuentes que ofrece un recorrido por las siete fuentes naturales posee el término municipal de Gordoncillo: Retuerta, Las Fon tanas, Valdelobos, La Villa, La Mora, Tío Barreñones y Segis Riol; la Ruta de los Palomares para contemplar estas tradicionales edificaciones; la Ruta de las Esculturas y la de Los Murales que se hallan por la propia localidad y que sorprenden a todos los visitantes; y Rutas ornitológicas ya que el entorno natural de Gordoncillo, con sus campiñas cerealistas, sus bosques en la ribera del río Cea y sus pequeños humedales, nos ofrece la posibilidad de observar numerosas aves, hasta unas cuarenta especies dependiendo de las épocas del año y que cada vez es un recurso más gracias al proyecto del Coto Fotográfico.
Museos
Al amparo de los viñedos, se puede visitar el Centro de Interpretación de la Viña y el Vino, una instalación museística abierta al público desde 1998 por parte de Bodegas Gordonzello, para descubrir toda la historia que une al vino y a Gordoncillo. Pero no todo es vino, el trigo también tiene su espacio. Ese que en su día molió la Harinera Marina Luz, hoy convertida en el Museo de la Industria Harinera de Castilla y León (Mihacale). Lo que fue Panera es hoy una gran sala de exposiciones y un salón de actos donde la cultura se desarrolla al cobijo de los infranqueables muros de tapial.
Del otro lado del patio, la harinera. A falta de su maquinaria original, fue recreada con otra idéntica llegada de una fábrica de Zamora y tal es el detalle con el que ha sido recuperada que parece que ve uno el trigo convertido en harina al contemplar el ciclo del grano una vez entraba allí por los años 30 del siglo XX cuando echó a andar.
Un Mihacale que a partir de este sábado albergará la exposición ‘Entre manos. El latido del tiempo’, un homenaje a la artesanía leonesa a través de la mirada de Miguel Sánchez y Puri Lozano. La muestra reúne 34 retratos de hombres y mujeres dedicados a oficios tradicionales. Cada imagen se acompaña de la pieza física que los artesanos elaboraban en el momento de ser retratados, estableciendo así un diálogo directo entre las manos, la materia y el tiempo y se podrá visitar hasta el 28 de diciembre.
Verano siempre activo
Es en esta localidad donde no fallan cada verano con una gran Feria del Vino y un Festival Internacional de Payasos que son sus dos grandes citas, como tampoco lo hacen con otras celebraciones como la Romería de San Gregorio o sus fiestas en honor a San Juan Degollado. Otros de los motivos que animan a visitar Gordoncillo.