Fernando Rodríguez Santocildes: ocho años liderando la abogacía leonesa

Por el Colegio de la Abogacía de León

Colegio de la Abogacía de León
13/11/2025
 Actualizado a 13/11/2025
Fernando Rodríguez Santocildes | ICAL
Fernando Rodríguez Santocildes | ICAL

Con el relevo en el decanato del Colegio de la Abogacía de León, Fernando Rodríguez Santocildes cierra una etapa de ocho años al frente de la abogacía leonesa, cediendo el testigo a David Manuel Díez Revilla, quien durante estos años ha formado parte de la Junta de Gobierno del Colegio y tomará posesión del cargo el próximo 5 de diciembre.

Ocho años que pasarán a la historia del Colegio por el intenso trabajo realizado en defensa de la profesión, la modernización institucional, la defensa de los valores democráticos y el impulso tecnológico. En este periodo destaca también la firme defensa del turno de oficio y del sistema público de Justicia Gratuita, en los que Santocildes ha reivindicado con determinación –en tiempos especialmente difíciles– la necesidad de una nueva ley que garantice una financiación adecuada, el reconocimiento y la dignidad profesional de quienes lo prestan.

También ha sido firme en su reivindicación de abordar de forma decidida la situación de la previsión social  de la abogacía. Considera imprescindible aprobar un instrumento legislativo que garantice pensiones dignas los profesionales de la abogacía al finalizar su vida laboral, asegurando así condiciones de vida justas y adecuadas en la tercera edad. 

Aunque Santocildes cesa al frente del Colegio de León, continúa desempeñando un papel clave en la abogacía española: es Presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León, cargo para el que fue elegido en abril de este año; además, es consejero del Consejo General de la Abogacía Española y preside su Subcomisión de Violencia sobre las Mujeres.

Repasando sus ocho años de mandato lo hace con gratitud, visión y compromiso.

«El periodo 2017-2025 ha sido una carrera de fondo, marcada por la intensidad de cada momento, que imponía la adaptación a los nuevos tiempos y circunstancias», afirma. «Transformaciones legislativas, avances tecnológicos, crisis sanitarias, huelgas en la administración de justicia y desafíos sociales han puesto a prueba la fortaleza de nuestras instituciones, de nuestro Colegio y de quienes lo integramos».

Han sido numerosas las reformas legislativas en estosaños, destacando también aquellos cambios normativos en la regulación de la profesión, como la aprobación del nuevo Código Deontológico (2019) y del Estatuto General de la Abogacía Española (2021), que «han reforzado las garantías de independencia, la calidad del servicio y la defensa de los derechos de la ciudadanía».

Uno de los avances legislativos más significativos del periodo ha sido la aprobación de la Ley Orgánica del Derecho de Defensa, que representa un hito decisivo en el papel de la abogacía, reforzando derechos fundamentales como la asistencia jurídica, la información clara, el secreto profesional, el respeto institucional y la calidad en el ejercicio profesional. La ley reconoce, además, que la puntualidad en los actos judiciales forma parte del derecho de defensa. «Con esta ley, se blinda la posición institucional de la abogacía como garante de los derechos fundamentales», señala

En el ámbito colegial, la reforma estatutaria de 2024 marcó un punto de inflexión: «El cambio de denominación a Colegio de la Abogacía de León, en consonancia con el Estatuto General, supone una apuesta por la igualdad y el lenguaje inclusivo, como expresión del compromiso de nuestro colectivo con los principios constitucionales de igualdad y no discriminación».

Por otra parte, la transformación de la justicia en el ámbito digital ha sido abismal en estos años. «Iniciábamos el decanato con una justicia prácticamente en papel y caminamos, cada vez más rápido, hacia una justicia plenamente digital». Uno de los logros más celebrados fue la implantación del acceso al expediente judicial electrónico desde los despachos profesionales. «El Colegio de la Abogacía de León fue el primero en Castilla y León en disponer de este acceso. Supuso una mejora sustancial en la eficiencia procesal y en la autonomía del ejercicio profesional».

Durante estos años, también se ha avanzado en materia de conciliación de la vida profesional, personal y familiar, aunque Santocildes reconoce que «aún queda camino por recorrer para que la profesión de la abogacía sea plenamente compatible con los ritmos y necesidades de la vida cotidiana y el justo derecho al descanso y desconexión».

Asimismo, destaca el papel del Colegio como actor social en la provincia: «La abogacía leonesa ha estado presente en la vida institucional de León, con una relación fluida, respetuosa y constructiva con todas las administraciones, universidad, colegios profesionales y entidades sociales. 

Fue un reconocimiento a nuestra historia y a nuestro compromiso con el futuro; claro exponente de ello es, además, la dedicación de una calle en la ciudad de León a la Abogacía del Turno de Oficio».

La formación continua de los profesionales se ha constituido en una cuestión siempre prioritaria; además de jornadas de formación en el ámbito del propio colegio, se organizaron jornadas de referencia nacional, entre ellas las Jornadas de Abogadas y Abogados de Violencia de Género del Consejo General, celebradas en León en 2022 

Con la mirada puesta en el futuro, tras la entrada en vigor de la Ley Orgánica 1/2025 y la creación de los Tribunales de Instancia, Santocildes advierte sobre los riesgos de una implementación sin medios suficientes. «Si no se dota de los recursos humanos y materiales adecuados, la nueva organización judicial puede derivar en disfunciones y atascos», alerta.

Especialmente crítico se muestra en el ámbito de la violencia de género: «La especialización de los juzgados exige dotación de medios, sensibilidad y formación específica. No basta con la creación de una plaza de juez o magistrado si no va acompañada de la dotación de personal, pues la estructura estaría  condenada a la frustración y al atasco».

La irrupción de la Inteligencia Artificial en el ámbito jurídico plantea, a juicio de Santocildes, un desafío ético de primer orden. «La inteligencia artificial debe utilizarse como instrumento de apoyo, jamás de sustitución. La empatía, el criterio jurídico humano, la estrategia procesal y la relación de confianza con las personas que defendemos son irremplazables por cualquier algoritmo, por avanzado que este sea».

Y añade: «La ética de la inteligencia artificial no es un complemento, sino una condición imprescindible para garantizar que las herramientas tecnológicas estén al servicio de los principios que fundamentan nuestra profesión».

Todos estos avances y el trabajo del día a día del colegio no habrían sido posibles sin el compromiso constante y generoso de todas las compañeras y compañeros que han formado parte de la Junta de Gobierno durante estos años: «A ellas y ellos les debo mucho más que gratitud: les debo confianza, lealtad y visión compartida».

Rodríguez Santocildes concluye con un mensaje de arraigo y visión territorial: «Apostar por la justicia eficiente y cercana, es apostar por León. Seguiremos apostando también por una abogacía que actúa con rigor, visión y compromiso que entiende la transformación como una oportunidad para reforzar su servicio a la sociedad. 

Como cierre, Santocildes reivindica el papel esencial de la abogacía en la arquitectura democrática: «La abogacía debe ejercer como garante equilibrado de la convivencia democrática, el respeto al pluralismo y la protección de las minorías. Sin una abogacía fuerte, independiente y bien formada, la Administración de Justicia simplemente no puede concebirse».
 

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