Astorga: donde apostar por lo nuestro siempre sale bien

Por el Ayuntamiento de Astorga

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13/11/2025
 Actualizado a 13/11/2025
Vista del Palacio de Gaudí y de la catedral de Astorga. | L.N.C.
Vista del Palacio de Gaudí y de la catedral de Astorga. | L.N.C.

A veces, cuando viajo a otras ciudades y me preguntan de dónde soy, me gusta decirlo despacio: de Astorga. Y es curioso, porque casi siempre la reacción es la misma: una sonrisa. Algunos la conocen por el Camino de Santiago, otros por el chocolate o el cocido maragato, y muchos por el Palacio de Gaudí. Pero lo que pocos saben es que Astorga es mucho más que un lugar bonito para visitar: es una ciudad que sigue creciendo, soñando y apostando fuerte por su futuro.

Llevamos tiempo trabajando con una idea muy clara: que Astorga vuelva a ser un lugar donde vivir, trabajar y emprender sea posible, cómodo y atractivo. Y eso no se consigue solo con discursos; se consigue con decisiones valientes, con proyectos que de verdad cambian las cosas.

Nuestro polígono industrial, por ejemplo, ha pasado de ser un espacio con pasado a convertirse en un motor con futuro. Hoy es una zona que respira actividad, que atrae empresas, que genera empleo y movimiento. Pero, sobre todo, que transmite una sensación: aquí el que apuesta, gana. Porque cuando una empresa se instala en Astorga, no solo encuentra suelo y servicios: encuentra comunidad, gente comprometida y un Ayuntamiento que empuja a su lado.

Y si hablamos de turismo, lo nuestro es un fenómeno que va más allá de las cifras. En Astorga el visitante no viene a hacer fotos, viene a vivir una experiencia. Descubre una ciudad que conserva su esencia sin quedarse anclada en el pasado; que cuida su patrimonio, pero también lo pone en valor para el presente. Porque aquí la historia no está en los museos: está en las calles, en los cafés, en las fiestas, en cada conversación que empieza con un «¿te acuerdas cuando…?».

Pero no todo es industria ni turismo. También estamos apostando por la innovación, la cultura, la sostenibilidad y el bienestar. Queremos que Astorga sea una ciudad moderna sin perder su alma. Por eso impulsamos proyectos que mejoran la calidad de vida de los vecinos, que conectan barrios, que facilitan la conciliación, que cuidan de nuestros mayores y dan oportunidades a los jóvenes.

No queremos que nuestros hijos tengan que marcharse para tener un futuro: queremos que puedan construirlo aquí.

Y hablando de futuro, no puedo dejar de mencionar algo que a veces olvidamos: vivir en Astorga es un lujo. Un lujo que no cuesta más, pero vale muchísimo. Vivir aquí es tener tiempo, salud y comunidad. Es poder ir andando a casi todas partes, saludar al panadero por su nombre, y sentir que en esta ciudad todavía nos miramos a los ojos. Es tener la tranquilidad de un pueblo con los servicios de una ciudad, y la calidad de vida que muchos buscan cuando ya es tarde para encontrarla.

Astorga no es perfecta, claro que no. Pero tiene algo que muchas ciudades han perdido: autenticidad. Y eso, hoy en día, es un valor enorme. Tenemos historia, gastronomía, cultura, industria, naturaleza y, sobre todo, tenemos ganas. Ganas de seguir creciendo sin perder nuestra esencia. Ganas de demostrar que desde una ciudad mediana, con raíces profundas, se pueden hacer cosas grandes.

A veces, cuando paseo por la Plaza Mayor y veo cómo se mezcla el sonido de las campanas con el bullicio de la gente, pienso que esto es exactamente lo que quiero para Astorga: vida, movimiento, ilusión.

Porque las ciudades no se miden por su tamaño, sino por el pulso de su gente.

Y en eso, los astorganos siempre hemos sabido marcar el ritmo.

Así que sí, seguiremos apostando por el polígono, por el turismo, por la industria, por la modernización y por todo lo que haga de Astorga un mejor lugar para todos. Pero sobre todo, seguiremos apostando por nosotros mismos, por esa forma de ser que nos hace únicos, por esa mezcla de orgullo tranquilo y trabajo constante que, poco a poco, va escribiendo la nueva historia de nuestra ciudad.

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