La eterna lamentación, sin entrar en colores políticos, «nada es verdad ni es mentira», «todo es según el color del cristal con que se mira», debe terminar en una ciudad y una provincia que en su día fue adalid de la democracia y eje de una economía pujante. Sectores como la minería, el financiero y alimentario marcaron un antes y un después en esta provincia.
«Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas», escribió en su día el poeta Rabindranath Tagore.
Pues ese constante lamento y comparación con otras regiones debe erradicarse de nuestro ADN y luchar con uñas y dientes, como hicieron nuestros antepasados, por nuestro presente y por supuesto por nuestro futuro.
Apostar por León con realidades y no fiándonos de los políticos que como dijo uno dominan el arte de prometer y no cumplir, pero eso si la culpar siempre la tendrá el de la oposición.
Desde el 13 de julio de 1919, el Colegio Oficial de Titulares Mercantiles está apostando por León. Desde esa fecha y a través de los despachos profesionales o los puestos de dirección administrativo de nuestros colegiados, hemos venido apostando por León al tutelar en el orden administrativo y fiscal un entorno de treinta y cinco mil negocios.
La inversión tiene que venir de emprendedores audaces que arriesgando su dinero y patrimonio consoliden empresas y proyectos que reúnan dos condiciones, la actividad continuada y el retorno económico a la inversión. Con demasiada frecuencia aquellos que no han pagado una nómina, ni una seguridad social se atribuyen el poder dar lecciones de economía y de redistribución. Que casualidad que ninguno de ellos ha fundado una empresa o apostado por un proyecto propio, en la mayoría de los casos viven orondamente de saquear el presupuesto y por ende los impuestos que satisfacen los que arriesgan su dinero y su patrimonio.
Sean del color político que sean a las administraciones se le debe pedir, en primer lugar, que no estorben con sus luchas y su a veces ineficacia. Las infraestructuras son absolutamente necesarias, porque estamos en un mercado global lo que lleva aparejado contar con unos canales de distribución de los productos hacia el mercado adecuados y sin trabas que paralicen la colocación de esos productos en el cliente, esté donde esté.
Es a todas luces indignante que un proyecto como el del Parador se nos venda como la octavo maravilla, cuando ha sido cercenado en una gran parte.
Los talleres de Renfe, la autovía de Valladolid, el eterno Torneros y así otros proyectos duermen plácidamente en la cabeza de los políticos, sean del color que sean y eso es en el mejor de los casos indignante.
En el contexto actual de globalización, se considera importante que el acceso a Internet de banda ancha llegue a todas las áreas, incluidas las zonas rurales más alejadas, como aquellas conocidas como la España vaciada. Ahora está de moda la Inteligencia Artificial (AI), pero el agua debe tener canales para fluir.
Contamos en nuestra provincia con un sector puntero como es el agroalimentario y a este hay que dedicarle toda la atención y los medios que precise para crear un entorno adecuado, hacia ese mercado global.
Tenemos una montaña y una llanura con parajes únicos y luego nos asombramos cuando salimos por el mundo, admirando aspectos que tenemos, y doblamos en nuestra provincia.
León fue en su día centro económico de ciertas actividades empresariales, algunas de las cuales se han perdido en la sucesión empresarial, pero ese espíritu de lucha y creación de riqueza sigue vivo y hay que alentarlo.
En nuestra ciudad y provincia tenemos sectores empresariales pujantes, con una proyección de futuro asegurado, asentados en parques y polígonos perfectamente consolidados, o en sedes sociales propias en los lugares de su actividad.
Empresas que son líderes en creación de empleo con una plantilla de 1.700 trabajadores y el 95 % con alguna discapacidad. Trabajo para ellos y tranquilidad para sus familiares.
Empresas de software que extienden sus actividades por el territorio nacional e internacional.
Empresas farmacéuticas como referentes de dicha actividad.
Empresas del sector agroalimentario con productos cárnicos y vinícolas con premios reconocidos, fundadas con la decisión de un pueblo o zona.
Empresas del sector de la pizarra con una penetración en el marcado internacional abrumador.
Empresas de nuevas energías que reconducen su actividad del carbón a energías limpias.
Con esta situación, apostar por León es exigir, no pedir, a los políticos infraestructuras adecuadas para el desarrollo de la actividad y no promesas incumplidas o autovías que salen y no conducen a ningún termino por estar inacabadas, ampliar o crear los polígonos necesarios para el asentamiento de las empresas, no derribar y construir una segunda fase del Parador recortada, asentar León como eje de circulación al tener una situación única para ello, dejar de vender idealismos autonómicos a cambio de sillones acolchados, reducir la burocracia al objeto de agilizar los trámites administrativos en la gestión de la actividad económica, crear un sistema impositivo justo y adecuado que no asfixie las empresas y engorde a barrigas agradecidas.
En ese desarrollo de la actividad estaremos siempre los Titulares Mercantiles, tutelando las empresas para seguir apostando por León y guiándolas en la consecución de sus metas, como hemos venido haciendo durante ciento seis años. En este orden seguiremos exigiendo el estatuto del ‘Asesor Fiscal’ que pondría límites al intrusismo en la profesión y mejoraría la calidad de nuestros servicios.