El río Burbia

Con casi treinta kilómetros desde su nacimiento hasta Villafranca, el Burbia se hace merecedor, sin ninguna duda, de la designación de Reserva Natural Fluvial. Ahora, todo depende de su conservación...

Ramón Cela
12/03/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Foto de Ramón Cela del río Burbia a su paso por Villafranca del Bierzo.
Foto de Ramón Cela del río Burbia a su paso por Villafranca del Bierzo.
Sin lugar a dudas el Río Burbia es uno de los más conocidos afluentes del Sil. Los aficionados a la pesca y  aquellos ecologistas que saben valorar tanto el paisaje como el esfuerzo y cariño que ponen  los habitantes del municipio de Villafranca del Bierzo, para que su río haya conseguido ya en 2015 en el Consejo de Ministros la distinción de ser uno de los once primeros ríos de Castilla y León merecedores de ser declarados Reserva Natural Fluvial debido, no sólo a la calidad de sus aguas, casi vírgenes,  sino también a que en ningún caso su cauce se ha visto alterado por la mano del hombre.

Nace este río en las estribaciones del Monte Cuiña, en el norte de la Comarca del Bierzo. Sus aguas silícias discurren serpenteantes entre rocas, pequeños embalses de grava formando también pequeñas y juguetonas cascadas , entre abedules, robles y hayas.

Toma el nombre de Burbia  por ser este el  primer pueblo que encuentra a su paso y contribuye a la enorme belleza que representa el valle donde esta enclavada esta pequeña población del Municipio de Vega de Espinareda.

Poco más adelante, se va nutriendo de los pequeños ríos que salen a su paso, como el Porcarizas, que desciende alocado desde más de 1.400 metros de altitud , dejando a un lado el maravilloso poblado de pallozas de Campo del Agua que todavía espera su redención prometida por mil políticos.

Aquí se encuentra uno de los lugares donde los romanos tomaban el agua, para su mina de La Leitosa, que ya se encuentra a no más de ocho kilómetros río abajo, porque los otros canales de esta explotación ,  tomaban el agua de otros riachuelos del contorno  hasta formar una red superior a  40 kilómetros. A no más de dos kilómetros abajo se encuentra con el Río Tejeira, que rivaliza tanto en belleza como en la calidad de sus aguas, que vienen acompañadas por las de la cascada La Pontiga, donde se dice que es uno de los lugares más románticos por estos lares conocidos.
Naturalmente, el Campano, que es posiblemente el mayor castaño del mundo, vigila desde lo alto el discurrir de estas aguas por la pequeña población de Villar de Acero, donde nadie es capaz de arrojar al río algo que lo ensucie. Se dice que en una ocasión , Rosario, la cantinera, vió a un individuo arrojar un plástico y lo tuvo castigado  tres meses sin dejarlo entrar en su cantina, aparte de recibir una enorme reprimenda. ¡Buena es Rosario para consentir el más leve desmán  aunque sea inconsciente!

Ya convertido en un hermoso río se le ve lamiendo con enorme fuerza  las peñas próximas a Veigueliña, donde saluda a la imponente Leitosa la mina de oro de los romanos y  se deja ver por otra explotación aurífera como Los Cascaros , que también esperan un simple cartel que indique donde se encuentra.

La Fábrica de armas de Munarriz, fue construida a sus orillas para luego  meterse de inmediato entre las rocas con una fuerza tal que estas parecen limadas por una lija de escasas protuberancias . De esta manera, hace su entrada en Villafranca, habiendo pasado previamente por los pozos de Puente de Rey, Las Monjas, Peña Rachada, Las Chicas Ñoñas, San Quintín y la antigua fábrica de la luz, la segunda que se instaló en España para abastecer una población, llegando a la playa fluvial de reciente contrucción, donde cada año se dan cita  miles de personas  para celebrar el Fiestizaje. Desde la Curva do Vento , ( hoy llamada la Curva de Moncho) , se puede apreciar en todo su esplendor y dependiendo de la hora, puede asemejarse a un espejo o a un río de plata.

Ya en Villafranca, la cosa cambia totalmente y como temiendo despertar de  la siesta a los villafranquinos se deja ir lentamente camino del encuentro con el río Valcarce, que aún siendo más caudaloso, cede el nombre al Burbia bajando al encuentro del Cúa y el Sil.

Ya en La Gaceta de Madrid, el 18 de marzo de 1.783, los dos ríos de Villafranca eran conocidos, por las avenidas de sus aguas en momentos de deshielo, por eso no es de extrañar que cientos o quizás miles de poetas, quienes  durante la historia han cantado las bondades de este río que ya los romanos denominaron como el río de la Vida, debido entre otras causas a su paso muy cerca de las minas de La Leitosa . Otros lo denominaron el río de la Muerte, debido a que la primera gran batalla que tuvo lugar en Villafranca, sucedió en el año 791 donde los cristianos fueron derrotados por las tropas del emir Hisham I  y que provocó la abdicación del Rey Bermudo I a favor de su hijo Alfonso II.

Luego tuvieron lugar grandes escaramuzas y la batalla de la Guerra de la Independencia en la confluencia de los rios Burbia y Valcarcel en pleno corazón de Villafranca del Bierzo que ya había sido incendiada y saqueda por las tropas napoleónicas.

Después vinieron otras grandes batallas como la que ocurrió recientemente ante la gran tropelía que una empresa eléctrica planeaba, intentando hacer un desvío del cauce hasta otro río, lo que motivó que el pueblo de Villafranca en su totalidad se levantara clamando justicia ante las oficinas de Confederación en Oviedo, manifestación en la que solo las fuerzas del orden transitaron aquel día por las calles del municipio, porque todos sus vecinos fueron a rechinar los dientes ante los jefes de la cuenca del Duero. Pero una vez más nos quedamos con lo que es y representa para los villafranquinos el río Burbia, donde se asegura que aquellos que se enamoran muy cerca deeste río jamás se desvían del camino de la felicidad, algo que no está probado y puede ser solo una leyenda. Al ser esta población cuna de grandes artistas tanto de la plástica como de la literatura o la música, se advierte de inmediato el cariño que todos reflejan en sus obras, siendo quizás Gilberto Ursinos el poeta que más le canto y en cuyas orillas falleció. Otros poetas , actuales despiden o firman sus  cartas o libros diciendo : Saludos con toda burbialidad, en vez de cordialidad .

De todas maneras, este río ha hecho el gran milagro de que en Villafranca no se contablice a una sola persona que no sepa nadar.
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