El puente de Cea sobre río homónimo

Se trata de una estructura larga con ocho bóvedas y cuyo tablero actual mide 110 metros de largo

Luis Solera Selvi
06/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Su origen se remonta al Monasterio Real de San Benito, que probablemente levantó el puente de piedra de Cea y se ocuparía de su mantenimiento y cobros a transeúntes y rebaños. | L.SOLERA
Su origen se remonta al Monasterio Real de San Benito, que probablemente levantó el puente de piedra de Cea y se ocuparía de su mantenimiento y cobros a transeúntes y rebaños. | L.SOLERA
Seguimos el itinerario de la Cañada Real Leonesa Oriental que, como decíamos en artículos anteriores, tiene una deriva clara hacia la cuenca del río Carrión por la localidad de Guardo, buscando Palencia y Valladolid. No obstante y debido a que a lo largo de los siglos las fuertes avenidas de este cauce perjudicaban o arruinaban sus puentes y permanecían impracticables durante muchos años, los mayorales de la trashumancia que llevaban sus rebaños hacia las invernadas en Extremadura debían optar por otros trayectos más fáciles o francos. Era frecuente que se siguiera la propia cuenca del río Cea hacia el sur, buscando el enlace en Sahagún con otros rebaños que procedían de otras cañadas reales.  

Ya hemos hecho referencia a otras estructuras que utilizaba el tránsito de merinas como son los pasos de Puente Almuhey o Almanza y cuyo periplo –con pocas modificaciones– atravesaba la vieja villa de Cea, población cuyo origen se pierde en los tiempos pero con características de acentuado medievalismo como podemos adivinar por la presencia de un castillo. Determinadas actuaciones arqueológicas actuales están descubriendo en su entorno testigos que se remontan a ancestrales poblamientos autóctonos, anteriores a la romanización del propio valle del río Cea.

El sujeto que esto escribe, lobo cazador de puentes, viejos caminos y algunas ruinas, se aturde un poco consultando viejos mapas en los que se puedan adivinar caminos, carreras y cañadas pecuarias que cuadren con este periplo pontonero que va relatando en sus artículos veraniegos. Aunque parece evidente el tránsito ganadero de invernadas hacia el sur/sudoeste , en los aledaños de la histórica Cea, existía desde hace siglos una colada (vía menor de la trashumancia) que ya desde Almanza y por los pueblucos de Villamartín de Don Sancho, Bustillo de Cea o el desaparecido lugar de Los Navazos, cruzaba esta villa para seguir hacia Villamol y acabar en la citada Sahagún de Campos. Si los cauces del río Cea iban crecidos o saliéndose de madre inundaban las terrazas de pradería aledañas, muchos rebaños optaban por otra vía cercana más oriental que seguía el cauce menor del río Valderaduey hasta Villalebrín para, al final, confluir en Sahagún con otras ganaderías de la Cañada Real de la Plata y de la Cañada Real Soriana Occidental. El destino final de estos periplos trashumantes, tras cruzar las provincias de Zamora, Salamanca y Cáceres eran los llanos o campiñas pacenses de Llerena, Monesterio y Montemolín, cerca de la raya con Andalucía y siguiendo caminos ganaderos que se asentaron sobre sectores de la antigua Vía Lata, más conocida como Vía de la Plata. La historia del puente Actualmente la población de Cea pertenece a la comarca Tierras de Sahagún y ciertamente, desde tiempos medievales, estuvo bajo administración e influencia del Monasterio Real de San Benito que probablemente levantaron el puente de piedra del que hablamos y se ocuparían de su mantenimiento y cobros de pontazgo a transeúntes y rebaños. En tiempos de Felipe III se concedieron estos dominios al duque de Lerma y sus descendientes por lo que la puente pasaría a su control y explotación. Entre sus rehabilitaciones más documentadas figura la del año 1602 que llevaron a cabo los insignes canteros trasmeranos Diego de la Cájiga, Juan de Hermosa y Juan de Nates, maestros de obra y alarifes de gran fama que actuaron en muchos de los puentes y pontones del territorio leonés. Esta intervención la acabó en 1620 Pedro de Llánez, otro constructor con variada obra ejecutada en la provincia. Aunque se considera una obra civil de raíces medievales, esta amplia remodelación le otorga una impronta más bien barroca que con las decisivas rehabilitaciones en tiempos clasicistas, nos deja una estructura actual bella y firme, semejantes a la de otros puentes castellanos. Características del puenteDado que el río Cea ensancha su cauce por estos contornos, especialmente cuando se producen grandes avenidas, se precisó construir una estructura larga hasta los taludes de ambas orillas, por lo que su tablero actual mide aproximadamente 110 metros de largo. Dispone de 8 bóvedas con arcos de medio punto salvo uno que es ligeramente ojival y con ancho variable pues sus luces oscilan entre los 6 y 10 metros. Tiene pilas verdaderamente anchas, muy propias de tiempos medievales y aunque modificadas por derrumbes de arcos, no han variado mucho en cuanto a su construcción original. Destacan los refuerzos de estas pilas con tajamares de sección en cuña, poderosos y cortantes así como los contrafuertes aguas abajo en forma cuadrangular que en ambos casos llegan hasta la rasante o cubierta, creando espacios de descansadero o refugios para viandantes ante el cruce de carros y rebaños de ganado.

En superficie destaca el propio tablero del tipo ‘lomo de asno’, con pronunciadas pendientes hacia ambas cabeceras y que es otro signo de su origen medieval. Tiene amplios pretiles de sillería en toda su longitud y el ancho libre de calzada es de 4 metros. En la actualidad mantiene un firme de aglomerado asfáltico y por su angostura, carece de viales peatonales. Sigue siendo una estructura útil pues da servicio a la carretera local CV-163 y aunque el paso por el mismo se haga de modo alternativo no existen limitaciones de tránsito por tonelaje o anchura de ejes. En mi visita a la obra he podido comprobar que tiene aforos bajos aunque lo cruzan camiones de gran tonelaje.

En la actualidad se encuentra inserto en un área de esparcimiento, con praderías, bancos, parque infantil  y arbolado para el disfrute de la ciudadanía
En la actualidad se encuentra inserto en un área de esparcimiento, con praderías, bancos, parque infantil  y arbolado para el disfrute de la ciudadanía. Su estado de mantenimiento es bueno aunque sería interesante que se dragaran algunos vanos con exceso de arenas y limos que disminuyen sus luces y tampoco parece razonable que en una obra civil monumental, subsista un vano -el más cercano a la villa- cegado a base de un mallado de alambre. Aguas abajo y junto a la cabecera del pueblo existe un pequeño colector que viertes aguas sucias y malolientes al cauce y que -independientemente de la propia salubridad del río- tampoco es propio de obras civiles muy visitadas y admiradas por turistas y curiosos. También observo que no existen señales de dirección hacia el puente histórico ni paneles que nos informen del monumento.

Este periplo por los variados itinerarios que seguía la Cañada Real Leonesa Oriental y sus preciosos puentes acabará en la histórica villa de Sahagún donde está enclavado su famoso Puente Canto y que describiremos en la próxima entrega.

El acceso a la localidad de Cea y su viejo puente se puede hacer por la autovía A-231 -que es Camino de Santiago en esta zona- tomando la salida 50 de Sahagún para seguir hacia el N por la carretera provincial LE-232 hasta nuestro destino.  Y más información en el blog Cazando Puentes
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