"El placer de ejercer el oficio más viejo del mundo es lo único que me mueve a escribir"

Julio Llamazares ofreció una charla en el Museo de la Industria Harinera de Gordoncillo en la que habló de ‘La literatura, el oficio de mentir’

Fulgencio Fernández
15/05/2023
 Actualizado a 15/05/2023
Julio Llamazares en un momento de la charla ofrecida el sábado en el Mihacale de Gordoncillo, presentado por Alfonso García. | GUS BERRUETA
Julio Llamazares en un momento de la charla ofrecida el sábado en el Mihacale de Gordoncillo, presentado por Alfonso García. | GUS BERRUETA
Había estado Julio Llamazares tres horas dedicando sus obras a lectores en la Feria del Libro de León y llegó, sólo unas horas más tarde, a ‘La Panera’ de Gordoncillo donde también había despertado gran interés y se llenó el amplio salón de este museo del sur de la provincia «que para sí quisieran muchas capitales», dijo Llamazares después de recorrerlo acompañado de la directora.

Reconoció Julio Llamazares que su presencia en Gordoncillo había tenido una larga gestación; «aunque estemos en campaña yo no lo estoy y os puedo asegurar que vuestro alcalde (Urbano Seco) es insistente e inasequible al desaliento; ni recuerdo los años que hace que insiste en que venga... y aquí estoy», explicó el autor de Vagalume.

No acudió, como viene siendo habitual estos días, a presentar su novela sino a dar una breve charla sobre su experiencia personal con la literatura pues, explicó, «ni sé de literatura, ni la he estudiado, ni soy un teórico. Aporto mi experiencia y ciertas herramientas que he ido adquiriendo con el tiempo, sin llegar a la sabiduría porque a ésa se llega con la edad y tiene la maldición de que, cuando ya eres sabio, te mueres».

Contar mentiras es el oficio más viejo del mundo, siempre se dice que es la prostitución pero la mentira es anterior pues la prostitución realmente es convertir el amor en una mentiraY tituló la charla sobre literatura como ‘El oficio de mentir’, que ése y no otro es el oficio de escribir, oficio al que me he dedicado toda mi vida, el oficio de contar mentiras que, por otra parte, es el oficio más viejo del mundo pues aunque siempre se dice que es la prostitución la mentira es anterior pues ¿qué la prostitución? una mentira, la conversión del amor en una mentira».

Explicó Llamazares que llegados a una altura de nuestras vidas todos nos preguntamos ¿qué he hecho yo con mi vida? y, en su caso, la respuesta es sencilla: «Vivir en el reino de la imaginación, en el de la ficción, y no en el de la realidad, en el que también vivo pero del que con frecuencia huyo a través del otro».

Otro aspecto diferente son los motivos que llevan a uno a tomar la decisión de dedicarse a escribir. El autor de Vegamián recordó que una importante revista francesa preguntó a grandes escritores qué les llevó a la literatura. «Las respuestas fueron de lo más variado: unos decían que para sobrevivir, algunos solamente para pasar el rato, también para seducir y alguno reconoció que por misantropía. Pero yo me quedó con la reflexión del húngaro Stephen Vizinczey, quien reconoció que «yo no sé porqué escribo, lo único que sé es que fui un gran mentiroso de niño. Pues yo, como Vizinczey, también fui un gran mentiroso de niño y sospechaba que escribir era una manera de seguir mintiendo, de contar historias protagonizadas por personajes que jamás existieron en la realidad».

Reflexionó Llamazares sobre el hecho de que la mentira siempre ha estado mal vista, en todas las culturas, pero con tres curiosas excepciones: «el niño, el loco y el escritor. Al niño se le perdona, pero se le reprueba; en el caso del loco la enfermedad es la excusa; y el caso del novelista es el más paradójico ya que curiosamente se le respeta más cuanto más miente. Por ello, resulta difícil encontrar una razón a la admiración que despierta el escritor». Tal vez sea que se le percibe como el heredero de una vieja tradición: «En cualquier país el contador de historias, el contador de cuentos, no hace otra cosa que resucitar un rito que existe desde el origen de los tiempos; por eso, el escritor ejerce el oficio más viejo del mundo, como había dicho al principio».

- ¿Y para qué le sirve la mentira a un escritor?
-De una parte,como al niño, la mentira nos sirve para soportar el miedo, ahuyentar los fantasmas y, sobre todo, para tratar de entender la vida.

Como escritor me siento como un naufrago que se pasa la vida lanzando mensajes al vacío con la esperanza de que alguien los acabe recogiendo y leyendoDe la mano de José Ángel Valente, reflexionó sobre los lenguajes de la novela y la poesía, «la novela sin argumento, que es como una hoguera en la que arden metáforas y palabras que se convierten en ceniza, se lo lleva el tiempo y en las chimeneas solo queda un poso gris. Ese poso, es la poesía». Y trasladó esa imagen a la prosa, de la que explicó que «en las novelas arden personajes y las historias que en ella cobran vida y se convierten en poso. Una novela es el poso, la sensación, cuando hemos olvidado sus argumentos»; pues se mostró convencido de que la novela va mucho más allá del argumento, tiene que estar allí el escritor, sus reflexiones pues la novela no solo tiene el objetivo de entretener. Y lo ilustró con una anécdota que le sucede cuando alguien le encuentra y le ofrece ‘una idea’. «Me dicen, con cierta frecuencia, te voy a contar mi vida y vas a escribir una novela cojonuda. Me resulta difícil convencerle de que es algo más complicado, que la novela no solo es una historia, es una forma de ver la vida, la del autor» y remató con una confesión: «Cuando ya veo que es imposible le digo: coge un bolígrafo, que te voy a contar yo mi vida y la escribes tú».

Como buen ejemplo de que la novela va mucho más allá de un argumento eligió ‘El Jarama’, de Ferlosio. «Es la gran novela española de la posguerra y, sin embargo, su argumento no puede ser más simple: un grupo de jóvenes madrileños que han ido a pasar un domingo del mes de agosto a orillas del río Jarama. Y, sin embargo, el río se convierte en la gran metáfora».

- La novela no tienesolo el objetivo de entretener. La televisión ha suplantado a las novelas en el entretenimiento sin más pretensiones, lo que lleva a mucha gente a creer que la novela es también eso; resumió.

Y lo comparó con otras artes, con la pintura, ¿qué cuentan los paisajes de Monet, porqué nos emocionan más que otros?, ¿qué nos cuenta Beethoven en sus sinfonías?

- ¿Cómo se definiría como escritor?
- Como un naufrago que se pasa la vida lanzando mensajes al vacío con la esperanza de que alguien los acabe leyendo.
- ¿Qué le mueve a escribir?
- El placer de ejercer el oficio más viejo del mundo es el único que me mueve, tratar de engañar al tiempo, el único enemigo invencible
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