El Movimiento Feminista

Cuarenta años de lucha feminista ven con malos ojos los pactos políticos en autonomías como la andaluza, contra la que se han levantado en las calles

Mujeres por la Igualdad
19/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
El Movimiento Feminista. | C.S. (ICAL)
El Movimiento Feminista. | C.S. (ICAL)
El pasado 16 de enero el Partido Feminista emitió un comunicado que decía: «Celebramos las concentraciones realizadas el día 15 de enero en más de cien ciudades de España contra los pactos establecidos entre algunas formaciones políticas en el Parlamento de Andalucía, que pretenden recortar derechos de las mujeres, conquistados con tanto sufrimiento en el último medio siglo. Las manifestaciones han sido multitudinarias y demuestran el poder de convocatoria del Movimiento Feminista y la solidaridad que han despertado en la sociedad civil, ante los ataques reaccionarios y machistas de la derecha instalada en el gobierno andaluz. Pero es necesario tener presente que el poder se ejerce desde las instituciones y que debemos prepararnos para las convocatorias electorales del 26 de mayo donde se elegirán a los dirigente municipales, de las comunidades y del Parlamento Europeo. El Movimiento Feminista tiene que decidir participar en política para frenar a las fuerzas de derecha que están avanzando peligrosamente en nuestro país y cuyo triunfo significaría un retroceso grave para las mujeres muy especialmente, pero también para todas las clases trabajadoras, en los avances conquistados en estos cuarenta años».

En el Movimiento Feminista estamos preparadas para entrar en la participación política de nuestro país.

El 29 de abril de 2019 las mujeres hemos celebrado la derrota de la derecha española, nos hemos movilizado en masa, hemos salido a votar. Siempre que alguien quiera robarnos los derechos adquiridos, que ha sido una lucha durante siglos (la guerra más larga de la historia) nos van a tener en las calles. El Movimiento Feminista ha sido muy importante en estas elecciones, han visto como nos movemos, pero no vamos a quedarnos en esta gran alegría, vamos a seguir avanzando en la lucha por nuestros derechos, oportunidades, respeto, …y vamos a estar expectantes en todos los pasos que den nuestras/os gobernantes. Vamos a exigirles que se cumplan todos y cada uno de los acuerdos que hay sobre violencia de género, violencia machista, techos de cristal, etc, etc. Vamos a estar en las calles para: acabar con el acoso sexual, acoso laboral, abolición de la prostitución, maltrato animal, cambio climático, maltrato infantil, pensiones, vientres de alquiler, …..
«Ninguna mujer que se respete puede querer trabajar por el triunfo de un partido que las ignore» por lo tanto, vamos a seguir en la lucha.

Hay frases de feministas que nos hacen reflexionar; Gloria Steinem nos dice, «Las mujeres tienen dos opciones: o son feministas o son masoquistas». Otra de ella «todavía me hace falta escuchar a un hombre pedir consejo sobre cómo combinar el matrimonio y una carrera». La reflexión nos lleva a continuar con nuestras reivindicaciones.
Los ataques dirigidos a las feministas durante los últimos días de las elecciones nacionales, hacen ver que todavía hay mucha ciudadanía que cree que las mujeres no somos seres humanos.

En muchas épocas y culturas se puso en duda la condición humana de la mujer. Se usó y abusó de ella como un objeto cualquiera. Los hombres, en ciertas civilizaciones, no estaban convencidos de que la mujer fuera enteramente una criatura humana, y en el Concilio de Mâcon, en el siglo IV de nuestra Era, se discutió frenéticamente si acaso la mujer tenía alma. Fue allá por el año 584 en la ciudad de Lyon cuando 63 obispos y sus representantes debatieron en el Concilio de Macon una pregunta controvertida: «¿son las mujeres seres humanos?» El debate fue largo e intenso porque había que considerar muchas cosas, así que el resultado de las ponderaciones fue estrecho: 32 votos a favor y 31 en contra, es decir, la «humanidad» de la mujer fue decidida por un voto.

Pues bien, señores, curas, obispos….. y demás caterva de este nuestro mundo. Sí, somos seres humanos y como tales vamos a seguir aquí haciendo que les duela la cabeza porque no vamos a parar, somos personas vivas, muy vivas, inteligentes, serias, trabajadoras, madres, y lo ocurrido todos estos días nos ha hecho más fuertes, más unidas. Médicas, periodistas, juezas, abogadas, todas estamos en la lucha por nuestros derechos, por esa igualdad entre mujeres y hombres.

Mujeres y hombres del Gobierno, Ayuntamientos, Diputaciones, Autonomías, o cualquier organismo en el que tengáis que tomar decisiones sobre nuestra Igualdad, vais a estar en nuestro punto de mira, vamos a mirar con lupa todos vuestros movimientos y vamos a estar expectantes para que no vuelva a ocurrir esto o algo parecido. Hace unos meses, en el Ayuntamiento de Ponferrada ofertaron una plaza para trabajar en el servicio de limpieza y rezaba así: «El Ayuntamiento de Ponferrada  publica una convocatoria y las bases para la selección de una plaza de ‘Limpiadora’, en la modalidad de Interinidad, de la plantilla de personal funcionario a jornada completa para el área de Deportes. Limpiadora, es decir, que limpien las mujeres. Normalización de estereotipos que profundizan en la desigualdad. El Ayuntamiento de Valencia colocó muñecos con falda en los semáforos de la ciudad.

El Ayuntamiento de Cristina (Badajoz) publicó el anuncio: «Se procederá al sorteo de 2 puestos de trabajo para adecentamiento de la localidad para las fiestas de Santa Cristina. 4 Requisitos, el 2º: Se ruega abstenerse a mujeres por las características de los puestos».

El Ayuntamiento de Navamorcuende (Toledo): la oferta de empleo a la que no podían acceder las mujeres era para realizar trabajos de mantenimiento de jardines, parques, pequeñas obras de mantenimiento de instalaciones municipales y calles, tal y como recogía el anuncio.

El Ayuntamiento de Malpica de Tajo (Toledo): se aprobó la convocatoria y bases para contratar a «seis trabajadores (hombres)», todos ellos para puestos de oficial y peón de albañilería.

Las mujeres somos capaces de hacer cualquier trabajo, de hecho hay mujeres fontaneras, albañilas, mineras, camioneras, soldadoras, trabajadoras en las canteras….; estamos en los deportes, halterofilia, boxeadoras, futbolistas, en baloncesto, natación, voleibol, montañeras que han subido el Everest.

El 17,8% de las mujeres, frente al 7,8% de los hombres, tiene ingresos inferiores o iguales al Salario Mínimo Interprofesional, de ahí la importancia de haberlo subido en 2019 un 22,3 %, a 900 €/mes, para trabajadoras jóvenes, del campo, empleadas de hogar, hostelería, comercio, limpieza, ayuda a domicilio, gerocultoras, operadoras de call center o monitoras escolares, y en la cotización y prestaciones por paro y pensiones. Su aplicación ha encontrado resistencias por parte del empresariado.
La violencia contra las mujeres «aparece como un problema social, que hiere, no solo a ellas, por afectarlas directamente, sino a la sociedad en la que viven por cuanto impide unas relaciones democráticas y paraliza el desarrollo y crecimiento de la Comunidad. Ellas ven resentida la construcción de su identidad, comprometido y dañado su desarrollo personal, así como su dignidad individual queda en entredicho al no ser consideradas seres humanos libres, respetables, dueñas de sí mismas, sujetos de Derecho iguales». (ULE).

Pues bien, todo ese surgimiento de hombres machistas que quieren silenciarnos, atacarnos con insultos, con el único motivo de seguir siendo ellos el ombligo del mundo, desde este rincón feminista os decimos: «No lo vais a conseguir, cada día somos más y más fuertes».  Ninguno de vosotros conseguirá que nos callemos, que dejemos de estar en las calles, tenemos un arma muy poderosa, «la palabra» y nadie nos la va a quitar.

«Nunca tendrán la comunidad de nuestro silencio otra vez. La revolución será feminista o no será».
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