"El humor es el mejor vehículo para transmitir información"

El psicólogo y escritor Arturo López presenta este viernes (19:30 horas, Biblioteca Pública) su libro ‘El autismo según Sheldon Cooper’, una entrevista inventada al popular personaje de la serie ‘The Big Bang Theory’

David Rubio
29/09/2022
 Actualizado a 29/09/2022
Arturo López se inventa una divertida entrevista con Sheldon Cooper en el libro que este jueves presenta en León.
Arturo López se inventa una divertida entrevista con Sheldon Cooper en el libro que este jueves presenta en León.
La Biblioteca Pública acoge este viernes (19:30 horas), en un acto organizado por la Federación de Autismo de Castilla y León y la editorial Estrella Azul, la presentación del libro ‘El autismo según Sheldon Cooper’, donde el autor, Arturo López Fernández, recoge de una manera innovadora y divertida la visión del autismo a través de la charla de un periodista con Sheldon Cooper, personaje de la serie ‘The Big Bang Theory’.

– ¿Cómo nace la idea de escribir ‘El autismo según Sheldon Cooper’?    
– La idea surgió en base a mi trabajo dentro de la Asociación Autismo Ávila. Me di cuenta que personas cercanas a mí tenían una versión distorsionada de lo que era el autismo. Por lo tanto me planteé si este desconocimiento era extensible a población general. Así, en lugar de únicamente explicar lo que era el TEA a mis allegados, decidí escribir esta obra para que el mensaje pudiera ser transmitido a un conjunto poblacional más amplio.

– ¿Qué acogida ha tenido tanto entre las personas con autismo como la gente de su entorno?
– La acogida está siendo muy buena. Recibo muchas críticas constructivas, la mayoría de ellas de índole positivo. Es una lectura sencilla que suele pasarse volando al ser un libro ameno y divertido y que trata sobre un tema complejo como es el TEA, siempre desde el respeto. Hasta la fecha he recibido también comentarios positivos de personas con TEA que han leído el libro. La obra ha pasado por rigurosas revisiones en las que se han incluido a personas con autismo, dándonos el visto bueno y confirmándonos que el libro refleja una realidad y que cumple con los estándares de respeto que se requieren. Además, el prólogo está escrito, precisamente por una persona con TEA.

Usted que lo ha trabajado y lo ha ficcionado sabe que el de la serie es un personaje con muchas aristas, pero… ¿es al mismo tiempo previsible por eso mismo?
– El personaje de Sheldon Cooper es complejo, tal y como el resto de los seres humanos lo somos. La relativa previsibilidad de este personaje se debe a un pensamiento que podríamos categorizar como rígido: le gusta mucho repetir patrones y tiene dificultades para tolerar imprevistos. Algunas de estas características son compartidas con personas con TEA, pero no todas ellas. Siempre es importante la existencia de referentes que presenten la realidad de todos los grupos poblacionales, pero hay que tener cuidado. El autismo es una condición sumamente heterogénea y el coger a un personaje como un referente da visibilidad al TEA, pero al mismo tiempo nos lleva hacia ciertos estereotipos porque un solo individuo no puede nunca representar la complejidad de un grupo poblacional completo.

El humor es la clave de la serie y también del libro. ¿Considera que es el humor siempre la mejor herramienta para el aprendizaje y la comunicación?
– El humor es uno de los vehículos más potentes a la hora de transmitir información. El aprendizaje es más significativo si comprende actividades motivadoras para la persona. El humor genera experiencias positivas de disfrute y, cuando disfrutamos algo, aprendemos mejor. En este libro se ha intentado precisamente transmitir el mensaje en base al disfrute, utilizando recursos humorísticos. Por eso, Sheldon Cooper, personaje de la serie 'The Big Bang Theory' (una serie de comedia) es el embajador perfecto para ayudarnos en este proyecto.  

¿Qué fue lo primero que supo usted del autismo?
– Es algo difícil de recordar: imagino que mis primeras aproximaciones al autismo derivan del cine, precisamente ofreciéndome esa visión algo estereotipada de lo que era el autismo: personas encerradas en sí mismas, con grandes capacidades, etc. Siendo esto totalmente irreal y poco representativo en gran parte de los casos.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido descubrir?
– Sin duda la gran heterogeneidad que existe en el autismo. Puedes leer manuales técnicos, asistir a cursos de formación y mil cosas más que te ayudarán a entender lo que es el autismo a nivel general. Pero no es hasta que no tratas o trabajas con una persona con autismo que descubres la complejidad inherente a cada uno de los seres humanos. El hecho de tener autismo implica un patrón de funcionamiento diferencial con respecto al normativo, pero dentro de lo que es el TEA, cada persona es un mundo a parte. Al igual que nosotros, como pertenecientes a un grupo normativo, somos todos diferentes y sería muy complicado explicar nuestros comportamientos en base a una única etiqueta, sucede lo mismo en el TEA. Conociendo puntos de vista neurodiversos es como se van construyendo puentes hacia el entendimiento mutuo.

¿Cuánto trabajo queda por delante para que la sociedad tome conciencia sobre lo que es y lo que no es el autismo?
– Aún nos queda una larga travesía. Incluso los profesionales especialistas en autismo estamos continuamente aprendiendo cosas nuevas. Creo que es importante que el criterio profesional y el personal se combinen con el fin de comprendernos mejor los unos a los otros. Los profesionales deben escuchar a las personas con TEA (que tienen mucho que decir), para integrar lo que sabemos con las experiencias previas particulares de cada individuo. Si los profesionales, efectivamente, aún tenemos mucho que aprender, la sociedad también. Así tratamos de poner pequeños granos de arena que sirvan para divulgar lo que es el autismo y lo que supone, con el fin de ir avanzando como sociedad y que nosotros también nos ajustemos a las necesidades de las personas con autismo, ya que solemos pedirles que sean ellos los que se ajusten a nosotros todo el rato. Debemos hacer un esfuerzo a nivel social para ponernos en sus zapatos y adaptarnos a sus necesidades (que no tengan que ser ellos los que tengan que hacer siempre los esfuerzos por encajar).

¿Con qué objetivos cumplidos de este libro se daría usted por satisfecho?
– Si esta obra ayuda a una persona a entender mejor a una persona con autismo o si sirve para que una persona dentro del espectro pueda comprenderse mejor y hacerse comprender por su entorno, yo estaría plenamente contento con el resultado.

¿Está embarcado en otros proyectos profesionales relacionados con el autismo?
– Sí. Mi labor profesional está directamente relacionada con el autismo. Trabajo en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Salamanca, como profesor asociado, pero mi práctica profesional más íntimamente relacionada con el autismo se desarrolla en mi puesto como psicólogo de la asociación de autismo de Ávila, donde realizo funciones de diagnóstico e intervención (entre muchas otras). Dentro de mi trabajo en Autismo Ávila también estoy a cargo de algunos proyectos europeos de investigación relacionados con el TEA, los cuáles tratan de desarrollar herramientas que permitan mejorar el día a día de las personas con autismo. Los proyectos europeos en los que participamos actualmente son: TTAA (desarrollo de una aplicación para la mejora de la atención en niños con autismo), IVRAP (desarrollo de una aplicación de realidad virtual para desarrollar diferentes habilidades en niños con TEA) y el ARBIT (investigación relacionada con el uso de la realidad aumentada para mejorar aspectos como la atención conjunta, la imitación o el esquema corporal en niños con TEA y discapacidad intelectual). Todos estos proyectos incluyen el desarrollo de un MOOC (un curso online gratuito) para aquellos profesionales que quieran aprender sobre el autismo y quieran utilizar las herramientas que hemos desarrollado. Las herramientas y el acceso a los cursos son gratuitos, de forma que todo el mundo que lo requiera pueda utilizarlo.
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