El gran objetivo: Salvaguardar y crear un auténtico espíritu de prevención y seguridad

Repaso a los orígenes, primeras empresas y primeros integrantes de la Brigada de Salvamento Minero del Bierzo Alto, premio Negrilla de Oro de La Nueva Crónica

D.M.
03/11/2019
 Actualizado a 03/11/2019
Imagen de una reunión de celebración de representantes de las empresas y brigadistas que formaron parte de los orígenes de la Brigada de Salvamento  del Bierzo Alto. | ARCHIVO BRIGADA
Imagen de una reunión de celebración de representantes de las empresas y brigadistas que formaron parte de los orígenes de la Brigada de Salvamento del Bierzo Alto. | ARCHIVO BRIGADA
La Brigada de Salvamento del Bierzo Alto está volviendo a sacar brillo a toda su historia y su trayectoria. El premio ‘Negrilla de Oro’ que le ha concedido La Nueva Crónica a este grupo de rescate y seguridad minera que tanto hizo por los trabajadores en los años más duros del carbón, ha supuesto una puesta en valor de toda esa tarea, que este periódico está recogiendo en un serial de reportajes dedicados a esta Brigada en las semanas previas a la entrega del galardón, el día 20 de noviembre en el castillo de Ponferrada.

Son muchos capítulos los que escribió la Brigada de Salvamento del Bierzo Alto, pero uno de vital trascendencia fue primer paso, su propia constitución. ¿Quién formó parte de esta Brigada desde sus inicios? ¿Quiénes fueron los primeros brigadistas que la compusieron?¿Cuál fue la razón social de esta asociación de profesionales?

Todo está reflejado en los documentos, actas y escritos que el secretario de la Brigada, Francisco Rodríguez, maneja y conoce a la perfección. Fueron meses y meses de trabajo, de trámites, de papeleo, de visitas y reuniones para dar forma legal a la Brigada de Salvamento y que ésta pudiera empezar a trabajar en unos momentos que se antojaban muy necesarios.

«Salvaguardar las vidas y propiedades mineras comprometidas por accidentes, tales como hundimientos, inundaciones, explosiones o fuego. Crear y mantener un auténtico espíritu de prevención y seguridad». Así lo recoge el capítulo I de los Estatutos, bajo los que empezaron a trabajar las 46 empresas constituyentes de esta Brigada, con el Consejo Ejecutivo y la Comisión Permanente como órganos de dirección.El 25 de septiembre de 1986 se firmaba el acta de constitución.

Como avanzaba hace días su presidente, el empresario minero Manuel Lamelas Viloria, «fue un logro conseguir esa unión de todos por el bien común». 46 empresas firmantes queproporcionalmente asu número de trabajadores, aportarían recursos económicos y a sus mejores hombres como salvaguarda de los demás.

Asociación de Minas de León, Antracitas de Brañuelas, Antracitas del Boeza, Antracitas de Toreno, Antracitas Olle, Antracitas del Salgueiro, Antracitas de Quiñones, Alto Bierzo, Antracitas de La Vela, Mina La Morena, Audelino Blanco López, Berciana de Minas, Carbones San Antonio, Carbialsa, Contratas Mineras, Carbones Montealegre, Campomanes Hermanos, Francisco Ramos Toribio, Grupo Minero Porvenir, Hermanos Balado, Minas Asociadas, Malabá, Minas de Navaleo, Viloria Hermanos, Mina Celestina, Mina Visi, Mina Emilio, Minas y Explotaciones Industriales (Minex), Mina Josefita, Minas Silván, Minas de Valdeloso, Virgilio Riesco, Alfredo Silván Viloria, Antonio de la Rocha Sánchez, Antracitas de Fervienza, Antracitas de La Granja, Antracitas de La Silva, Antracitas san Antonio, Carbones del Río Tremor, Carbones El túnel, Minas Leonesas de Espina, Nicanor Jáñez Hernández, Ramiro Alonso y Senén Ramos. Todas ellas firmaron el acta constitucional para echar a rodar. Después vendrían otras que vieron la importancia de formar parte de esta Brigada que protegería y daría cobertura a casi 3.000 mineros.

No menos importante que los nombres de las empresas fueron los nombres de los primeros 19 mineros que se convirtieron en brigadistas. Hasta completar una lista de más de 80, se irían sumando y relevando muchos más. Esto 19 hombres eran Federico Fernández, ingeniero técnico de Minas de Navaleo; Manuel Augusto Estévez, vigilante de Minas Navaleo; Raúl Suárez López, ingeniero técnico de Viloria Hermanos; César Ferrero, Barrenista de Viloria Hermanos; Manuel Doval, vigilante de Carbones San Antonio; Pedro Luis Vaz Carbajo; vigilante de El Porvenir; Leoncio Martínez Gómez, vigilante de Minex; José Santa Marta González, ingeniero técnico de Minex; Armando Colado, también vigilante de Minex, José Augusto Coelho, vigilante de Antracitas de Brañuelas; José Manuel Alonso Quintana, vigilante de Antracitas de Brañuelas; Nicolás Blanco García, picador de Alto Bierzo; José Rodrígues Cabaleira, Barrenista de Alto Bierzo; Antonio Morán García, vigilante de Campomanes Hermanos, Ángel Contreras, vigilante de Campomanes hermanos; Gerardo de la Torre García, oficial de Minas de Navaleo, Ubaldo García López, vigilante de Campomanes hermanos, Julio Rodríguez Álvarez, vigilante de Viloria hermanos y Octavio Novoa García, oficial de mantenimiento de Antracitas del Salgueiro.

Divididos en cuatro equipos distintos divididos por las subcuencas: Tremor, Bembibre, Noceda y Torre, aunque eso no quería decir que actuaran sólo en ellas. Todos aportaban lo necesario ante cualquier emergencia que ocurriera y debían de estar siempre lo más localizables. Estaban coordinados por el presidente, que ha sido siempre y se mantiene en el cargo Manuel Lamelas Viloria, seguido por el puesto de director de brigada que estaba apoyado por el mecánico y los servicios auxiliares de transporte.

Nada quedaba al azar. Todo debía estar perfectamente ensamblado para que los engranajes rodaran, porque la tarea que les quedaba por delante era absolutamente vital.
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