El Grupo Parlamentario de Vox en las Cortes de Castilla y León ha obtenido el respaldo unánime de todos los grupos políticos a su Proposición No de Ley (PNL) para pedir a la Junta la ampliación del colegio CRA de Cubillos del Sil. La iniciativa, debatida en la Comisión de Educación, insta al Gobierno autonómico a licitar “a la mayor brevedad posible” el proyecto de ampliación, en coordinación con el Ayuntamiento y siguiendo los trámites legales pertinentes.
Según Vox, este acuerdo supone “incrementar la presión” sobre la Junta para que actúe ante una demanda que consideran urgente. “Es hora de que el Gobierno de Mañueco demuestre un compromiso real con las zonas rurales mediante inversiones en infraestructuras de primera necesidad”, señaló el procurador berciano Miguel Suárez, quien destacó que Cubillos del Sil es “un pueblo que crece cada año con más alumnos y más aulas desdobladas”.
Suárez subrayó que el centro “carece de espacio para aulas especializadas”, pese a que ha seguido aumentando su alumnado gracias al “servicio ejemplar” que presta. Por ello considera imprescindible que la Junta impulse una ampliación “realista, viable y ejecutable en tiempo y forma”, evitando proyectos a largo plazo que “condenen al colegio a morir de éxito”. El procurador defendió además que apostar por la educación rural es “defender el futuro de las zonas rurales”, con ratios más bajas y atención más personalizada.
Un centro en crecimiento continuo
El CRA de Cubillos del Sil ha experimentado un crecimiento sostenido durante los últimos cinco años, reforzado por su participación en programas educativos del Ministerio de Educación y en proyectos internacionales como Erasmus+, que han contribuido a consolidar su prestigio. En el curso actual se han matriculado 27 alumnos nuevos, aunque 11 han causado baja, y continúan llegando estudiantes procedentes de municipios cercanos como Ponferrada, Toreno o Cabañas Raras, amparados en el derecho de libre elección de centro.
Este aumento progresivo ha puesto de manifiesto un grave problema de falta de espacio, advertido en repetidas ocasiones por el Consejo Escolar y el AMPA. Entre las principales limitaciones destacan la saturación del comedor escolar, diseñado para 25 o 30 niños y utilizado a diario por alrededor de 60 alumnos en dos turnos, muchos de ellos beneficiarios de beca. Asimismo, las aulas especializadas han sido reconvertidas en espacios de tutoría, desapareciendo el aula de informática, el laboratorio o la sala de psicomotricidad.
El centro también ha habilitado zonas de paso y vestíbulos como aulas, unificando dos cursos de Educación Infantil por falta de espacios adecuados. La sala de profesores es insuficiente y obliga a reuniones en otras dependencias, como el aula de música, que además actúa como salón de actos. A ello se suma la imposibilidad de implantar el ciclo de 0 a 2 años, a pesar de los beneficios que tendría para la conciliación de las familias.