El Consistorio de Ponferrada no pudo aprobar en pleno la declaración institucional pretendida por la convivencia y contra el odio expuesta al calor de las pintadas aparecidas en los pilares del puente hacia el monte Pajariel en contra de la inmigración.
El documento pretendía condenar ese odio que "no representa el sentir mayoritario de una ciudadanía que apuesta por la paz y la inclusión", leyó el regidor, Marco Morala. "Ningún delito de odio puede quedar sin respuesta", dijo, y apuesta por medidas sociales que tengan que ver con el refuerzo de la igualdad. Hace un llamamiento a la sociedad por el respeto mutuo para construir pueblos para todos.
Se trataba de una declaración institucional por la convivencia pero Vox no la apoyó preguntándose "quién respeta a los españoles", frente a ese respeto que se pide a los que llegan.
El portavoz del PSOE, Olegario Ramón, recordó los mensajes de esas pintadas "y se pretendía algo tan lógico como su condena", con esta declaración, haciendo un llamamiento a la reacción en un territorio que "no es xenófobo" pero que asume este tipo de episodios que sí lo son. Aunque reconoce que el Ayuntamiento actuó con rapidez para quitar las pintadas, se volvieron a reescribir "si no actuamos con contundencia puede continuar" ese odio y enfrentaniento, augura.
El alcalde, Marco Morala lamentó estos episodios contra los que se posiciona y apunta que el trabajo del equipo de gobierno es por el prinicipio de Igualdad y que se ha dejado ver en la creación de la Concejalía de Interculturalidad o la Oficina al Inmigrante. "No podemos mostrar tibiezas", pidió "creo en una Ponferrada solidaria, de acogida" y no en una polarización social, abundó con rotundidad.