Veinte años del caso Nevenka en una serie "para ayudar a otras", dice su madre

Netflix proyecta tres capítulos sobre el acoso que sufrió la que fuera edil de Ponferrada por parte del regidor, Ismael Álvarez, finalmente condenado

Mar Iglesias
08/02/2021
 Actualizado a 08/02/2021
El caso Nevenka fue un referente a nivel nacional y vuelve a la pantalla para incidir sobre el problema del acoso. | ICAL
El caso Nevenka fue un referente a nivel nacional y vuelve a la pantalla para incidir sobre el problema del acoso. | ICAL
Veinte años han pasado desde que el llamado “caso Nevenka” superara las fronteras ponferradinas y se convirtiera en uno de los primeros casos de acoso sexual denunciado en España de un alcalde hacia una concejala. Ahora, el furor por las series televisivas no ha querido quedar al margen de esa situación y soplar las velas de esas dos décadas ha sido una oportunidad para que la plataforma Netflix recuperara el caso.

Nevenka Fernández, que era concejala de Hacienda en Ponferrada cuando destapó el acoso que estaba viviendo por parte del alcalde, por aquel entonces, Ismael Álvarez, habla de su caso a lo largo de tres capítulos , reafirmándose en una denuncia que le costó exiliarse y perder oportunidades laborales importantes. Todo lo había secuestrado hablar “hice lo que tenía que hacer. Si no lo hubiese hecho me habría muerto”, reconoce contundente en el inicio de la serie.

Habrá que esperar al 5 de marzo para recorrer junto a Fernández aquellos años duros de tribunales, de posiciones a favor y en contra, de soportar la persecución más allá de los límites del acosador. “Hablar me salvó la vida”, dice en ese relato seriado trasladado a la gran pantalla, de donde quiso escapar casi desde los inicios para rehacer su vida.

La madre de Nevenka, Francisca García siempre tuvo claro, al igual que su hija, que hablar la salvó "el psiquiatra me dejó claro que Nevenka denunciaba o se nos moría", explicaba a LNC hace tres años, cuando se cumplían 17 del duro golpe que aún recordaba con dolor. Un tiempo que “le cambió por completo”, reconocía, tanto a ella como a los suyos. Pero el cambio, mirando atrás, siempre fue para mejor “estoy orgullosa de ser su madre porque fue un referente”, aseguraba García. Y ese referente se quedó ahí, plasmado en un libro de Juan José Millás “Hay algo que no es como me dicen: El caso de Nevenka Fernández contra la realidad”, que vio la luz una década después del capítulo de acoso.

Hoy, su madre sigue en Villadepalos, aquejada de algunas enfermedades traumatológicas y mirando con orgullo de madre a su hija "ahora necesita una vida tranquila y no quiero hablar mucho de este tema", dice con esa preocupación natural que zanja al reconocer que Nevenka vive un buen momento "ha hablado por su salud, le ha costado mucho, pero lo ha hecho cuando ella ha querido. decían que iba a ir por los medios ganando dinero y nunca ha querido eso", reconoce. "Lo que quiere es ayudar a otras que puedan estar pasando lo que ella pasó, pero también ayudarse a ella misma".

Asegura que su hija le reconoce que "se ha reencontrado con ella misma. Han pasado muchos años para hacerlo y eso es lo triste, pero creo en el karma y en que el tiempo pone a cada uno en su sitio", dice. El de Nevenka es pasar página "lo triste es que tenga que ser fuera y costándole muchísimo, pero ahora se sabe que nunca fue una mujer florero y que tiene un trabajo muy respetable en el que se reconoce la profesional que es . Es una mujer fuerte y ha sabido rehacerse", dice García a LNC.

Una historia de justicia, llanto y aplauso

Tres tribunales tuvo que sortear Nevenka, derrumbada, dolida, y con su familia dándole fuerzas. Tenía 26 años y era una joven prometedora. Pero se dejó diez kilos de peso y tres meses de baja para reponerse en un episodio oscuro para ella y para la ciudad. Ahora es madre, con dos mellizos de ocho años y una vida reconstruida, lejos de casa, en Irlanda, tal vez escogiendo la distancia para no recuperar un recuerdo que lleva para siempre su nombre.

“Era una chica con poca experiencia”, que escogió un camino político que le quedaba grande. Pero no se le criticó por su hacer en la cartera que ostentaba, sino por su relación con el alcalde. Eso le sentenció más que la justicia. Y los vecinos hablaron de despecho, se sacaron post it infantiles con los que se acercaba al alcalde…y no se le permitió nunca haber dicho que no “aquel ‘no’ no se respetó», recordaba García.

Pero Nevenka no se rindió y luchó porque su verdad se pusiera en valor. Como escenario el Hotel Temple de la ciudad y con una estampa dolida, Nevenka habló y dio la vuelta a todo. Incluso a la economía familiar, porque la empresa de su padre se vino abajo.

Revelaba su relación con Álvarez, al que «tras decirle que no tenía claros mis sentimientos, concluyó la relación y empezó el infierno», decía. Un descrédito personal y profesional pasaron ante ella después de ese no, una sola palabra que cambió su vida. Con su relato presentaba su dimisión y reconocía que “a pesar de correr el riesgo de equivocarme… tengo 26 años y dignidad”. Eso fue lo que le dio fuerzas para seguir adelante y convertirse en un referente de una lucha que tenía más víctimas, aunque en silencio.

El caso llegó a la cúpula del PP, a la calle, a las manifestaciones en favor y en contra… fue una conmoción que acabó con una sentencia a favor de Nevenka. Ahora, una serie recupera las piezas de una vida rota que ella misma tuvo que volver a  unir.


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