Junto al monasterio de Santa María de Carracedo, bajo la intensa lluvia de estos días y brillando con los escasos ratos de sol -que también los ha habido- aparecen los restaurados muros blancos y el tejado de pizarra de su palomar, el más antiguo de la provincia. Al menos, el que puede llevar este título gracias a la fecha que está grabada en la piedra del dintel de su entrada: 1769.
El palomar sirvió para surtir de pichones a las cocinas de los monjes desde el siglo XVIII, que también sacaban rendimiento de la palomina, que se usaba como abono para el campo. Los monjes cistercienses lo utilizaron hasta la desamortización del monasterio, cuando todo el edificio fue abandonado.
A pesar del valor histórico de este palomar, hasta el año pasado -y durante muchos años- su estado era ruinoso, con los muros arañados por el tiempo ymostrando los cantos rodados con los que está hecho, y con zarzas y arbustos sobresaliendo del techo sin techar como los despeinados pelos de un monumento que lleva demasiados años de sueño.
Ahora ha despertado para encontrarse con una nueva imagen, con nuevos muros y tejado. Todo gracias a unos padrinos muy especiales: el matrimonio holandés formado por Hanneke y Ruud Loman, apasionados de los palomares, y que aportaron 24.000 euros para su restauración a través de la Asociación de Amigos de los Palomares.
Hanneke y Ruud conocieron la labor de la asociación a través de Internet y se pusieron en contacto con ellos para mostrarles su disposición de sufragar la restauración de uno de los palomares cuyo abandono denunciaban. El elegido fue el de Santa María de Carracedo, cuya situación amenazaba ruina después de muchos años soportando la erosión de estar a la intemperie.
Aunque aún faltan los últimos retoques, la intención de la asociación, delAyuntamiento de Carracedelo y del resto de organismos implicados en su restauración, como el Instituto Leonés de Cultura, es realizar su inauguración el próximo mes de marzo. Se espera que los ‘padrinos’ holandeses de este valioso palomar también estén presentes.
En el Bierzo hay más de un centenar de palomares catalogados por la Asociación de Amigos de los Palomares. Algunos de ellos tan singulares como el de San Juan de la Mata, el único de sillería de la provincia y con una curiosa planta octogonal. Otros palomares en muy mala situación son los de Campañana y Valdecañada, comidos por la vegetación y con problemas en sus tejados.
Un 'palacio' para las palomas
Las obras del palomar de Carracedo, el más antiguo de la provincia, a punto de finalizar para su inauguración en marzo
15/02/2016
Actualizado a
18/09/2019
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