Un Morredero en coma deja desangrarse a San Cristóbal

La plataforma 'El Morredero Existe' solicita medidas urgentes para recuperar el proyecto para la estación de esquí aprovechando sus recursos

Mar Iglesias
17/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Las vallas de madera han desaparecido de la estación y El Morredero Existe tema que haya más robos. | M.I.
Las vallas de madera han desaparecido de la estación y El Morredero Existe tema que haya más robos. | M.I.
Cincuenta años lleva peleando El Morredero por hacerse valer, no como una macroestación de esquí como se dibujó hace una década, sino como una pequeña estación que pueda aprovechar lo que tiene y que permita, de ese modo, la posibilidad de pequeños empresarios de valorar dedicarse a él.

No ha sido así y, pese a que el anterior concejal de Medio Ambiente,Roberto Mendo sí había puesto las bases burocráticas para conseguir iniciar allí un pequeño aprovechamiento de los dos refugios que existen, con servicio de hostelería y de turismo activo, el proyecto se quedó a los pies de un informe de impacto ambiental.

Mientras, San Cristóbal ha perdido ya el hotel que le quedaba y el bar. Se queda sin nada y la plataforma 'El Morredero Existe' señala con el dedo a esa falta de puesta en marcha del proyecto en la estación. Recuerda su presidente, Francisco Cebrián que San Cristóbal, el último pueblo antes del Morredero llegó a tener un hotel y cuatro restaurantes. Hoy se queda sin nada, pese a que reconoce que los deportes de montaña están en auge y que ese proyecto podría ser parte de un programa de turismo global en el Bierzo.

Cebrián considera que ha faltado el político que ponga el puño sobre la mesa de la Junta para iniciar el proyecto y considera que gastar 20.000 euros en un estudio ambiental debería ir después de ponerlo en marcha de alguna manera, solo para dar servicios de cafetería y refugio a los que lleguen «y a partir de ahí seguro que hay inversores interesados en hacer algo». Incluso se podría poner en marcha uno de los remontes, el pequeño, que está aún con posibilidades de activarse a diferencia del primero que ya no podría.

Reconoce Cebrián el trabajo de los políticos en hacer que el proyecto salga adelante pero la espera ya clama a la urgencia, porque ha comenzado a desvalijarse parte de las estructuras de la zona. Las vallas que separaban las pistas, de madera y costeadas con aporte municipal, han empezado a desaparecer y lamenta que ese sea el primer paso para que los elementos con los que cuenta la estación también sean presa de los vándalos.

Por eso su intención es recordar al equipo de Gobierno las posibilidades del Morredero, una estación de montaña en la que su idea es «aprovechar lo que hay. No queremos una gran estación, sino que se abran los dos refugios, que se señalicen rutas de esquí y que haya guías de montaña...incluso sin remontes». Por eso solicitará una entrevista con el nuevo regidor «porque se necesita que alguien coja el toro por los cuernos de una vez», pide. No será Diputación apunta «porque nunca le ha interesado ElMorredero» pero espera que el Ayuntamiento encuentre la fórmula de acabar con la espera burocrática «que sigan con los trámites, pero mientras que se permita que se abra y así aparezcan inversores», confía Cebrián. Lamenta que la situación del Morredero sea peor ahora que cuando estaba gestionado por la Asociación de Amigos del Morredero, que trabajaban sin ánimo de lucro para que funcionara.

Llegaron a estar funcionando tres remontes y los dos refugios de esa manera, hasta que la adecuación a las normativas hizo que ese tipo de explotación no se permitiera «y El Morredero se ha quedado en un limbo» y en una situación de alegalidad que, por otro lado, podría ocasionar problemas al municipio «porque no se sabe de quién es y si ocurre algo allí quién es el responsable», se pregunta Cebrián. Por eso considera que su puesta en marcha no puede esperar y recuerda que la estación comenzó a moverse desde un remonte «que regaló Sierra Nevada» cuando se desmontó para hacer el Mundial y uno de los gestores ponferradino lo ofreció. Las empresas de la zona se implicaron en su colocación y con las manos de todos esquiar en las pistas del Bierzo fue una realidad. Ahora «hay gente que quiere invertir ahí» y que esperan a que se de un primer paso para recuperar el espíritu de una estación rural que sólo pide «que alguien tenga ganas de verdad de desarrollarla».
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