La comarca lleva años reivindicando una necesaria modernización y potenciación de sus infraestructuras que le permitan convertirse en el «nudo» del noroeste peninsular, siendo el corredor atlántico el último tren al que subirse para hacer un hueco en el mapa ferroviario a nivel europeo.
El reto es mayúsculo, especialmente en lo que respecta al transporte de pasajeros. En este momento, viajar a Ponferrada o desde la capital berciana a las ciudades más importantes de las comunidades limítrofes supone aceptar de antemano que el viaje puede costar el doble del tiempo de lo que requiere el desplazamiento por carretera, un ‘handicap’ hasta para moverse entre las localidades más cercanas.
Lugo, a apenas 115 kilómetros de distancia, es un buen ejemplo de la falta de competitividad del transporte ferroviario de viajeros en el Bierzo. Ir a la ciudad vecina en tren, según los datos de la propia Renfe, cuesta un mínimo de 2 horas y 36 minutos, más de una hora de lo que costaría, por ejemplo, cubrir la misma distancia en autobús. Para más inri, esta opción ‘rápida’ solo tiene horarios de madrugada –4:30 horas y 6:45 horas– y es ofrecido en Trenhotel, un servicio de gama media-alta y por lo tanto, más cara.
Así, habría que esperar hasta la tarde, a las 16:15 horas, para encontrar el primer tren de Larga Distancia entre ambas ciudades, un viaje de tres horas y doce minutos que obligaría además a hacer transbordo en Monforte de Lemos.
No es una excepción. Si la disponibilidad de horarios y condiciones con Lugo es reducida, es el ‘paraíso’ en comparación con la conexión ferroviaria entre el Bierzo y Asturias.
Un único tren diario conecta Ponferrada con Oviedo y Gijón, una línea que tarda cinco horas en realizar el recorrido: una hora y media más que en autobús y casi el doble que lo que costaría en coche. Está opción además obliga a hacer transbordo en León y también es notablemente más cara, solo el billete de ida cuesta diez euros más que en autobús.
Para viajar a Santiago de Compostela o Valladolid, el problema, aunque difuminado en una mayor variedad de horarios, persiste. Tres trenes cada día unen Ponferrada con la capital jacobea, pero apenas hay dos horas de diferencia entre ellos –dos a las 16:45 y uno a las 18:55– y también obliga a hacer transbordo en Monforte de Lemos. Sin embargo, en este caso el transporte ferroviario sí es competitivo en cuanto a tiempo, siendo incluso algo más rápido que el autobús.
Auge de sistemas como Blablacar
La escasa competitividad del transporte ferroviario respecto al viaje por carretera ha provocado que en la comarca cada vez sea más importante el uso de plataformas como Blablacar, que permiten a particulares compartir coche, pudiendo adaptar sus horarios y paradas.
Aproximadamente un centenar de bercianos elige compartir vehículo para sus viajes siendo Valladolid o Galicia, las opciones más populares.