Este jueves por fin se celebró en la Audiencia Nacional de Madrid el juicio contra los ERE de la empresa Teleperformance después de que se suspendiera el pasado martes, fecha en la que estaba previsto inicialmente.
La empresa anunció a principios de octubre el despido de 141 trabajadores de su sede de Ponferrada de los 399 totales que componen la plantilla. De ellos, 105 fueron voluntarios y 36 forzosos. Esta decisión se tomó sin la aprobación del sindicato mayoritario en el comité de empresa, Confederación General de Trabajadores (CGT), que consideraba que las excusas ofrecidas por la empresa, como la reducción del volumen de trabajo, carecían de justificación; pero con la firma de los demás sindicatos: CCOO, UGT y USO.
Estas cuestiones se expusieron en un juicio al que acudieron de forma conjunta todas las sedes afectadas, pues se interpuso una demanda colectiva para todos los centros ubicados en España pero, además, los trabajadores afectados procedieron también a presentar demandas con carácter individual.
En la sesión, los abogados de los sindicatos CGT, CSIF y CIG trataron de demostrar que no sobraba ningún empleado debido a que hay trabajo y una mayor previsión de llamadas de la que vendió la compañía, y defendieron la falta de causa y de proporcionalidad de la medida, mientras que la empresa alegó ante el juez que el Expediente era justificado con el respaldo de los sindicatos que lo firmaron. Precisamente, estas firmas hacen que el caso sea "complejo", según reconoció CGT, pero igualmente confían en que la sentencia que se conocerá en un par de semanas reconozca la falta de causa para un volumen tan elevado de despidos y la justicia tome medidas.