Los trabajadores, tanto de León como de Ponferrada, se concentraron este jueves frente a las instalaciones universitarias con pancartas en las que se leía «Queremos cobrar» o «Linorsa, paga y vete» o «La administración paga y Linorsa nos estafa, ¡Linorsa vete ya!».
La plantilla dice que la Universidad de León debe reunirse con la empresa concesionaria y hacer que abone las nóminas debidas a la plantilla, porque por parte de la institución universitaria sí se están realizando los pagos a la concesionaria de forma puntual.
«La universidad está siendo responsable y se está reuniendo con ellos e intentando que se haga una cesión a otra empresa con solvencia, pero Linorsa no quiere», explica Laura Robles, presidenta del comité de empresa de Linorsa en León. Desde Ponferrada se subraya que se le deben unos 1.500 euros a cada trabajadora y además reclaman una vuelta a las condiciones laborales anteriores, ya que hace años sus contratos pasaron a ser fijos discontinuos, y desde entonces no han vuelto a recuperar la situación de trabajadoras fijas indefinidas que tenían anteriormente.
«La administración no puede tener contratos con empresas que tengan deudas con Hacienda, como es este caso, así que pedimos que se rescinda el contrato y que venga otra empresa», exponía Ángeles Fuertes, una de las trabajadoras de Linorsa en el campus berciano. «La deuda que tiene con Hacienda hace que tenga las cuentas bloqueadas», añadía Robles.
«Este conflicto ya arrancó el año pasado, cuando volvimos a tener la circunstancia de que a las trabajadoras no se les pagaban los salarios, y en ese momento se solucionó el problema. Pero este diciembre ha vuelto a surgir el problema y no sabemos qué pasará este mes de enero», manifiesta Alfredo Peláez, de la sección comarcal de Servicios Privados de CCOO.
Por este motivo, los trabajadores de Linorsa en las instalaciones universitarias de León y Ponferrada reiteran que «si no cumple, se le debe retirar la concesión». «Con la anterior concesionaria ya se había hecho una reducción de la jornada anual y se había pasado de ser fijos indefinidos a fijos discontinuos. Se pidió volver a la circunstancia anterior y no se hizo», añade Peláez.
