Una médica de familia del Centro de Salud de Fabero se está viendo obligada a asumir el triple de carga de trabajo de la que sería normal para una sola persona. Actualmente, en este centro se encuentran dos médicos de baja, por lo que los pacientes de ambos profesionales se han acumulado en esta facultativa junto a, por supuesto, su listado de respectivos dolientes.
A todas luces, se trata de una situación que provoca una asistencia médica de menor calidad ante la sobrecarga de trabajo que debe afrontar cada día la única profesional encargada para estas tareas, la cual recibe incluso a sesenta pacientes en una jornada.
"Un momento puntual"
Si bien desde la coordinación médica del centro reconocen a este periódico que «en este momento puntual estamos un poco escasos de personal y apurados a causa de unas bajas que están sin cubrir» para las que no encuentran profesionales que las ocupen, también aseguran que en todo el año «hemos estado bastante bien, proporcionando una atención suficiente». Se trata para ellos, por tanto, de una situación puntual a la que restan importancia.
Desde la coordinación también apuntan que «bien es cierto que en algunos momentos, como en verano, con el aumento de la población desplazada, probablemente haya habido algún problema de atención», pero aseveran que significan «casos puntuales que se han solventado sin mayor problema».
A pesar de este mensaje, las quejas en materia sanitaria en este centro ya vienen de atrás. Hace unos meses, la alcaldesa Mari Paz Martínez se dirigió a la Dirección de la Gerencia de Atención Primaria para solicitar la ampliación de la plantilla de los profesionales sanitarios a causa de la sobrecarga asistencial que estaban sufriendo y las listas de espera en atención primaria.
Además, el Servicio de Rehabilitación en Fabero sufría por entonces una lista de espera que rondaba los seis meses, una problemática que, según la coordinación del centro, ya se ha solucionado mediante la contratación de una persona que presta servicio por las tardes.