El Ayuntamiento sin calefacción, los trabajadores sin cobrar, una plantilla seriamente mermada... Estas son algunas de las deficiencias que padece el Consistorio de Cacabelos, según la denuncia pública hecha este jueves por el Grupo Municipal Popular, encabezado por Adolfo Canedo.
Profundizando en cada cuestión, el portavoz del PP clamó ante las bajas que sufre la plantilla de trabajadores municipales, lo que provoca que aquellos que se mantienen activos estén "desbordados" y, pese a ello, no puedan cumplir con todas las funciones que debe rendir la administración presidida por Irene González. La pérdida de cinco de los ocho grandes funcionarios —el interventor, la tesorera, el técnico de obras y dos de los cuatro policías municipales— crea un escenario en el que es "muy difícil cumplir con las obligaciones y con los ciudadanos".
Una de las consecuencias que provoca esta problemática es la falta de pago a proveedores, lo que ha derivado en episodios graves como mantener cerca de dos semanas las dependencias municipales sin calefacción —con empleados trabajando en ellas—. Del mismo modo, el Ayuntamiento de Cacabelos tampoco ha pagado las nóminas de estos funcionarios del mes de noviembre, a escasos días de que también deba abonar las extras de Navidad y, próximamente, los salarios de diciembre. "Todo esto demuestra la falta de interés de la alcaldesa y su incapacidad para gobernar", señala Canedo, al que no le sirve la excusa de que "se puso de baja un funcionario", pues "el interventor ya lleva meses de baja y poco se hizo para resolver la situación". A ello se suma la marcha repentina de la tesorera, que ha abandonado el Ayuntamiento.
Más allá de estos puestos claves vacantes, la plantilla del Consistorio está compuesta por alrededor de 60 trabajadores, de los cuales faltan actualmente "en torno a 15 o 16", dejando al margen las contrataciones por subvenciones de la Junta de Castilla y León y el Sepe de personas de más de 55 años o vulnerables.
Así mismo, Adolfo Canedo quiso incidir en el descontento de algunos de los funcionarios con la gestión. De hecho, deslizó que "a lo mejor alguno se ha tenido que ir porque se le estaba pidiendo que hiciera algo que había hecho en algún momento pero ahora puso el límite de decir que lo hizo una vez pero no lo hará tres". En esta línea, se refirió a que algún trabajador salvó en alguna ocasión la falta de interventor para poder ingresar nóminas, "pero lógicamente quien ya hizo un favor igual no quiere hacer más. Si habiendo instrumentos para resolverlo no haces nada... La alcaldesa dice que se saca a concurso y no se cubre, pero su responsabilidad es buscar soluciones".
Sobre esta situación, Irene González ya se había pronunciado hace escasos días, asegurando que el Ejecutivo local "ha agotado todas las vías posibles" para cubrir el puesto de interventor en una situación que "no depende directamente de nosotros".