Los corredores de esta prueba no competitiva recorrieron calles de la ciudad provistos de disfraces, las obligatorias gafas, teléfonos móviles y cámaraspara registrar los divertidos momentos de la comitiva. Polvos de colores caíande uno y otro lado, una guerrade diversión que puso un punto de colorido en la calurosa tarde de la jornada de ayer.

Del total de los 18 euros de la cuota de inscripción, dos euros de cada participantes se irán destinados a la Fundación Josep Carreras, de lucha contra la leucemia.
Padres con niños, jóvenes, mayores, gente en patinete eléctrico, pequeñas carrozas, cada uno lo hizo como quiso. Al final del recorrido esperaba una gran fiesta con juegos hinchables para los más pequeños, música, bebida para reponer fuerzas y muchas sorpresas paralos participantes.