La concejala de Presidencia del Ayuntamiento de Ponferrada, Lidia Coca, agradeció a la Junta de Castilla y León y a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) la rapidez en la puesta en marcha de los trabajos de limpieza y protección de los cauces de agua del municipio tras los incendios del pasado mes de agosto.
Las actuaciones, desarrolladas a través de la empresa pública Tragsa, consisten en la instalación de albarradas, fajinas y biorrollos para evitar que las lluvias arrastren sedimentos y cenizas hacia los ríos y arroyos. “Ponferrada es el primer municipio en el que se actúa con estas medidas de protección después de los incendios”, subrayó Coca.
En paralelo, la CHMS actuará en el río Oza, mientras que la Consejería de Medio Ambiente trabaja en la retención de sólidos en las laderas que afectan a más de cinco kilómetros de arroyos de la zona de Montes y Friera.
Para estas labores se utilizan recursos procedentes de la madera quemada, de Somacyl, y barreras anticeniza instaladas por el propio consistorio para proteger la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) de San Clemente.