Un paseo por las 16 "alarmas" de la Lista Roja de Hispania Nostra en el Bierzo

Desde 2013, ese catálogo ha intentado lanzar un SOS sobre algunos elementos patrimoniales en ruinas y a punto de desaparecer. A veces eso ha servido para rescatarlos

11/03/2024
 Actualizado a 11/03/2024
Ferrería de A Portela de Valcarce, uno de los elementos de la Lista Roja.
Ferrería de A Portela de Valcarce, uno de los elementos de la Lista Roja.

La Lista roja de Patrimonio español en peligro es un listado creado por la asociación española sin ánimo de lucro Hispania Nostra en el año 2006. Desde entonces, los monumentos asociados a la misma bercianos no han dejado de crecer. Cada año hay nuevas incorporaciones hasta completar 16 elementos, algunos ya desaparecidos.

La Lista Roja intentó salvar las chimeneas de Compostilla, que unió a su lista en enero de 2023. Lo justficaba en que «las torres de refrigeración y chimeneas de Compostilla II, están amenazadas de derribo». Ahora han desaparecido, tras ser voladas por Endesa y se ha perdido, según advertía Hispania Nostra «elementos que cuentan con un fuerte reconocimiento comunitario en su dimensión patrimonial y paisajística». 


Antes, la Lista Roja incorporó elementos bercianos como la Casa Gil o La Recuelga que, aunque en proceso para salir del abandono en el que vivían, también se colgaron en esta lista para poner colorados a quienes no se encargaron de ellos antes de que su ruina estuviera cerca. Precisamente por esa causa fue por la que la casa natal de Gil y Carrasco entró en la lista. Se trata de una casa blasonada de dos plantas con balcón central con 400 metros cuadrados y  diáfana en su interior. Cuando entró en la lista estaba en venta, pero en la actualidad, la Fundación Gil y Carrasco se está encargando, mediante crowfunding, de recuperarla y de hacer de ella un jardín romántico para la comarca. Es la manera de rescatar un inmueble que, en marzo de 2020, lanzaba su SOS al derrumbarse parte de uno de los balcones de la fachada.

Entre esas últimas incorporaciones, en 2022, está el lavadero de La Recuelga, que está propuesto para conseguir la protección BIC después de haber peleado por mantenerse vivo y no derruido en pos de la realización de un parque fotovoltaico en él.  Hispania Nostra veía en este testimonio minero una amenaza de desaparición. «Su valor patrimonial se sostiene en su condición de elemento emblemático del paisaje minero de la cuenca berciana, así como la integridad de un complejo que cuenta con una alta capacidad auto-explicativa de las relaciones funcionales de la minería, los procesos de transformación y sus infraestructuras de transporte», defendía.  «Estas instalaciones sobresalen por el contexto histórico y tecnológico en el que se construyeron»  al tiempo que «constituyen una notable apuesta tecnológica que, por otro lado, subraya la difusión internacional de las innovaciones técnicas». 

También entre los últimos en incorporarse a la lista, está la Ferrería de A Portela, en 2022. Hispania Nostra apuntaba a que constituye un elemento importante de la memoria y el paisaje del Camino de Santiago Francés a su paso por el valle del Valcarce. «Es  uno de los últimos testimonios de la siderurgia tradicional del valle del Valcarce, actividad que caracterizó el paisaje y la atmósfera de este tramo del Camino de Santiago. Asimismo, resulta un atractivo cultural relevante del mismo valle». También resulta un caso singular en El Bierzo, pues es infrecuente encontrar un complejo fabril de una ferrería. El conjunto en general y las estancias de la Casona del Ferrón en particular, presentan un alto valor etnográfico y arquitectónico, así como educativo y divulgador.

En 2021 se suman a la lista las locomotoras de vapor del siglo XX que ahora se recuerdan más, después de que el proyecto de recuperación del trazado Cubillos-Villablino con una finalidad turística, haya conseguido fondos de Transición para iniciar su recuperación. En ese año presentaban un «riesgo grave de desaparición», según Hispania Nostra, que daba un valor patrimonial importante a estas piezas por «la dimensión técnica, estética y simbólica que rodea a la tracción vapor. Las locomotoras de vapor constituyeron el emblema de la línea de ferrocarril Ponferrada-Villablino, recuerdo fuertemente arraigado en estas comarcas». 

El parque de locomotoras de MSP se mantuvo semiabandonado en los antiguos solares de la Compañía en Ponferrada hasta 1998, cuando se rescataron las primeras locomotoras para su restauración y puesta en valor en el Museo Municipal del Ferrocarril de Ponferrada. Las últimas locomotoras en funcionamiento, la PV-19 Krauss (Munich 1920), comprada al «Ferrocarril de la Robla» en 1961 y la locomotora PV31, Maffei (Munich 1913) adquirida al ‘Ferrocarril de Plazaola’ han sido restauradas. Entre las nueve locomotoras abandonadas se distinguen 2 locomotoras Krauss fabricadas en Múnich en 1914, 5 locomotoras Baldwin fabricadas en Estados Unidos, y 2 locomotoras Macosas más recientes fabricadas en España en la década de 1950 en la factoría de Barcelona. Incluso en 2019 fueron desguazadas las dos locomotoras Krupp que se conservaban en Villablino. 

En 2014 entraba en la lista la casa del cura de Ferradillo, una estructura del siglo XVIII. Hispania Nostra la incluyó por el peligro de ser expoliada, dada su localización, en medio del monte, y su estructura abierta. Tras el abandono del pueblo, en 1976, las imágenes que poseía en su interior se llevaron a la Iglesia de la Martina; entre ellas, una imagen barroca de San Bartolomé (la única de madera), una cruz procesional, la cajonería y otros objetos para la liturgia. Recientemente Patrimonio ha dado el plácet para realizar las actuaciones que evitarán la entrada de agua en la espadaña, rehacer la parte del muro caída en la fachada sur y la sacristía y limpiar y rejuntar las escaleras de acceso al campanario, entre otras obras.

Otro de los conjuntos históricos sobre el que dio la voz de alarma Hispania Nostra y que finalmente ha ultimado su declaración de BIC, son los Fortines de Fonfría. En 2021, la agrupación daba cuenta de su situación de colapso «inminente» y de ser un lugar excepcional. En el catastro de Ensenada, en 1752, se refleja que tienen 420 colmenas. Los antiguos habitantes del pueblo recuerdan los cortines como herencia de antepasados, y en el inventario se localizan entre los siglos XVIII y XIX. Son dieciséis cortines con muros de hasta casi cuatro metros para evitar que los osos entren. Todavía se conservan en buen estado unas cuarenta colmenas. Los cortines están en la Carta Arqueológica del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, a la espera del BIC efectivo. De dieciséis colmenares, cuatro tienen al menos un 90% de su estructura en pie, siete de ellos tienen sobre el 60% en pie y los cinco restantes tienen entre un 40 y un 20% en pie.

También en ese año entró en la lista la Ferreiría de Serviz en Barjas por amenaza de desaparición. Se trata de una pieza singular «con un alto valor patrimonial» y  «uno de los escasos testimonios conservados de la arquitectura residencial de las ferrerías bercianas que jugaron un papel clave en la historia y la economía de la cornisa noroeste». Fue una de la primera de las ferrerías que construyó el empresario ponferradino Nemesio Fernández a partir de 1824. Estuvo en funcionamiento hasta 1892. Se conserva la «casa habitación» que es un edificio con forma de un prisma trapezoidal excavado en la ladera, que presenta tres plantas en su fachada al río, y una frente a la montaña.  Es un Bien registrado en el Inventario de Patrimonio Industrial de la Dirección que amenaza ruina.

También en 2021, la Lista Roja se hizo eco del peligro de desaparición de la  Estación de Cuevas del Sil en Palacios, pieza singular del repertorio ornamental del movimiento moderno en el rural montañoso de León, con gran relevancia social de la línea Ponferrada-Villablino, que ahora se pretende desempolvar.  El conjunto de la estación se compone de cinco edificios dispuestos en paralelo a las vías: el almacén de mercancías, los aseos exentos y la estación de viajeros, oficinas, transformador eléctrico y la caseta de la brigada de vía y obras. Este conjunto muestra el repertorio arquitectónico de la segunda generación de instalaciones ferroviarias de MSP, desplegadas entre 1930 hasta mediados del siglo XX. Es Bien registrado en el Inventario de Patrimonio Industrial de la Dirección de Patrimonio de Castilla y León (2010) pero presenta un avanzado estado de deterioro agravado por el colapso de la cubierta del edificio de viajeros. 

En 2021 también se puso en la Lista la Estación de Ferrocarril de Palacios del Sil como pieza singular con gran valor patrimonial a punto de desaparecer, dentro del complejo del ferrocarril Ponferrada a Villablino que se quiere recuperar. 

La estación de Palacios del Sil constituye el único ejemplo de las antiguas estaciones del ferrocarril de Ponferrada-Villablino. Se trata de un modesto edificio de una única planta situado en la margen izquierda del Sil, junto la carretera de Matalavilla, algo distante de la población. El deterioro de estas instalaciones se ha visto agravado en la última década tras el cese de las actividades ferroviarias y la quiebra de la compañía concesionaria. Se ha sucedido actos vandálicos, incendios, y ha crecido el pillaje de material metálico.

Relacionado con el ferrocarril, un año antes se daba la voz de alarma por la posible desaparición del complejo ferroviario de La Placa, en Ponferrada. Aunque se apuntaba que, pese al avanzado estado de deterioro, «cuenta con una alta capacidad auto-explicativa de las relaciones funcionales del transporte ferroviario, de los procesos de mantenimiento de tracción vapor, electrificación y trasvase del carbón, sobresaliendo por su escala como espacio de contemplación. «Es preciso una valoración patrimonial de conjunto que atienda a las características estructurales, funcionales y organizativas del paisaje productivo ferroviario», proponía Hispania Nostra.

La Placa «constituye un símbolo de los barrios más próximos y está fuertemente ligado a la memoria ferroviaria del noroeste, como ‘hermana chica’ de la Rotonda de Monforte». En 2021 el ayuntamiento anuncia un proyecto para acometer la recuperación del Complejo Ferroviario de La Placa de Ponferrada, y que incluiría la rehabilitación de las nueve locomotoras, inscritas también en la Lista Roja. Sin embargo el proyecto contempla la construcción de una plataforma intermodal lineal de 740 metros de longitud sobre el área de la antigua reserva de máquinas de la estación de Ponferrada. Esta intervención exigiría «la completa desaparición del puente giratorio, la residencia de maquinistas, la casa del Jefe de la Reserva, los depósitos de agua y carboneras, y las oficinas de control de los cargaderos».

La iglesia de Santa Ana en La Bustarga se convirtió en el elemento número 12 en peligro en la comarca, según la Lista Roja y el primero en la Reserva de los Ancares en 2021. Las características constructivas del edificio llevarían a situar su construcción primitiva en la Edad Media, siendo reformada en profundidad en la Edad Moderna.  La iglesia se ubica en la localidad de La Bustarga, que cuenta actualmente con 3 habitantes (INE 2020), en el municipio leonés de Vega de Espinareda. El monumento es de planta rectangular, destacando sobre el conjunto el campanario. Su estado era de abandono, con daños ya que produjeron una pérdida parcial con peligro de destrucción total del artesonado del ábside.

En 2019, Hispania Nostra puso sus ojos en Peña del Seo, uno de los pocos poblados mineros y arquitectura industrial de la provincia de León que estaba abandonado.  El descubrimiento del mineral de Wolframio, en la Peña del Seo en torno al año 1940 lleva a construir en 1947 un lavadero inicial, dotado de un molino de rodillos, una mesa de lavado y un tromel (criba). El poblado de Peña del Seo, también llamado poblado de la Piela, comenzó a construirse en el año 1952 y a habitarse en 1953. A pesar del cierre de la mina en 1958, el poblado siguió estando habitado hasta que en el año 74 se abandonó.  Estaba formado por 41 viviendas familiares de 60 metros cuadrados, cada una disponía de dos habitaciones, un baño con ducha, una pequeña cocina, salón comedor y despensa. Ahora se pretende recuperar con un aula de interpretación minera y de la naturaleza del entorno.

En 2014, la que entraba en la lista era la Iglesia de Santa Lucia de Valdueza por su deterioro progresivo, en medio de un pueblo abandonado.  La iglesia de Santa Lucía aparece ya mencionada en la documentación medieval, posiblemente asentada sobre los restos de un antiguo monasterio. Sus últimos vecinos, abandonaron el pueblo el 8 de diciembre de 1970. Lo cierto es que una vez la iglesia quedó vacía de sus pertenencias (probablemente a finales del año 1970 y antes de que el pueblo quedara definitivamente abandonado). Un incendio, no se sabe si fortuito o provocado, llevó al edificio al estado de ruina actual.  

Es una iglesia construida en piedra caliza de muy buena calidad y excelente trabajo de cantería, lo que le ha permitido llegar hasta hoy pesar de las inclemencias de tiempo y carecer de techumbre. También en 2014 ingresaba en la lista la  Iglesia de San Pedro de Villarino por hundimientos y el expolio al que estaba expuesta.  Un edificio del siglo XVII sobre los restos de una iglesia primitiva de origen románico de la que sólo se conservaría la portada. En ese año Ponferrada solicitó al Obispado hacerse cargo del edificio y dos años más tarde se hicieron en él reparaciones de urgencia. Tenía la cabecera derrumbada en parte; las ménsulas y vigas de la techumbre casi vencidas por la humedad; los retablos, desvalijados; las imágenes, incluida la titular, robadas o desaparecidas... El elemento más notable, la portada, estaba en peligro y fue apuntalado por  voluntarios de la agrupación Promonumenta.  

De los primeros monumentos bercianos en entrar en la Lista Roja está el Casón palacio de los Álvarez Carballo , en Orallo, del que se dio cuenta en 2013, tras el estado de ruina que presentaba  . Esta casa solariega de la familia Álvarez Carballo data de la segunda mitad del siglo XVIII. A mediados del siglo XIX fue vendida a otra familia, de la que el elevado número de herederos y el hecho de que ninguno resida en la localidad han llevado a la actual situación de abandono del Palacio, explica Hispania Nostra. Tiene 1.500 metros cuadrados, está formada por tres partes unidas entre sí. Tiene protección BIC, pero una parte del tejado se había hundido.
 

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