Otra vez la 'Alpabarda' en Villafranca

Es una de las tradiciones más peculiares de la villa del Burbia, la que vuelve a los huertos para buscar 'Troxos' y siembra de risas una noche en la que soltería se hace protagonistas

Ramón Cela
08/01/2023
 Actualizado a 08/01/2023
Los «Troxos» que esperan que alguien	se haga con ellos para celebrar la tradición. | RAMÓN CELA
Los «Troxos» que esperan que alguien se haga con ellos para celebrar la tradición. | RAMÓN CELA
Los más ancianos del lugar son incapaces de decir con exactitud desde cuando se celebra La Alpabarda, remitiéndonos a sus ancestros, debido a que siempre la recuerdan de la misma manera y en las mismas fechas.
Nada ha cambiado, como nada cambia en esta población, que fiel a las tradiciones, festeja entre otras, la del mayo, la hoguera de Santo Tirso o los magostos, que desde hace muchos años, se llamaba en todos los pueblos bercianos «asar castañas», pero que gracias a Yolanda Ordás, hija de una villafranquina, comenzó a interesarse en Radio Juventud de Ponferrada, por el nombre que solo se daba en Villafranca a esta manera de agruparse la juventud, alrededor de unos troncos de leña y asar castañas, correspondiendo a los chicos la tarea buscar la leña y a las chicas cuidarlas para que no exploraran con la intensidad de fuego. Y de esto me estoy refiriendo a hace más de sesenta años.

Al ser este el único medio que llegaba a los pueblos, pronto se extendió por la comarca del Bierzo, Laciana y Valdeorras.

Pero habiendo pasado recientemente la época del Magosto, hoy nos vamos a centrar en otracostumbre muy arraigada en la población villafranquina y La Alpabarda, donde los jóvenes hacen bromas a todas aquellas personas que con una cierta edad permanecen solteras. Y, en este caso, no se salvan ni hombres ni mujeres, por lo que, en la noche anterior al día de Reyes, muchos son los que permanecen atentos a cualquier ruido extraño en balcones o ventanas, porque, estos chicos, van provistos de una larga escalera, con la cual acceder con facilidad a el balcón o ventana que aquel solterón parece estar esperando su regalo.

Naturalmente, existen defensas para lo que algunos califican como desmanes, pero esto no sucede con aquellos que ya están acostumbrados de años anteriores, que se lo toman con mucha filosofía y hasta creo que les agrada que no se pierdan las tradiciones. Total … Es un día, más bien, una noche al año.

Los chicos, en muchos casos acompañados de chicas jóvenes, se lo pasan muy bien, porque, es necesario aprovisionarse de los regalos que se dejarán en balcones y ventanas, las cuerdas para sujetar los regalos y asaltar el terreno en el cual aprovisionarse de los más grandes ‘ Troxos’ ( Tronco muy pelado de las berzas . Miden entre un metro cincuenta a dos metros ) y que ya desde hacía varios días, estaban en la mente de los que pensaban hacer La Alpabarda y que, se tiene dado el caso, que otra ‘Pandilla’ ya los tenía ojeados desde tiempo atrás.

Así, entre risas se adentran en los huertos y dejan a los pobres hortelanos sin apenas berzas, para hacer el ‘Caldo gallego’ de días posteriores. Pero esto no duele actualmente al hortelano, porque ya no hay apenas gente que crie uno o dos cerdos como se hacía antiguamente. Todos en ‘Pandilla’, van recorriendo algunas huertas, entre risas y besos furtivos, que también ahora en tiempos de igualdad, se adueñan de la juventud, algo que no molesta a nadie y si agrada que exista mucha confraternidad y quizás el comienzo de un gran amor que dure toda la vida.
En ocasiones, se ha dado el caso de que fueron interceptados por la Guardia Civil, quienes después de recibir las oportunas explicaciones, tornaron a sonreír y a hacer las recomendaciones de rigor.

Pronto, están los pandilleros en plena acción. Primero, los hombres, que algunas solteronas, son amigas de las chicas que acompañan la expedición por los distintos barrios y plazas, pero pronto se comienza el trabajo sin miramientos. Todos los solterones, sean hombres o mujeres, se merecen su regalo y nada mejor que ese ‘ Troxo’ tan imponente, ¿Pero, para quién?

Luego quedan algunas solteronas, que reciben año tras año su ‘Troxo’ y viene a ser un recordatorio de su soltería, lo que naturalmente exacerba su ánimo y bien puede tirarles un caldero de agua o cualquier objeto inservible. Al ser muchos, siempre puede haber alguna sorpresa y, en mi recuerdo, permanece el de un joven inglés, desgraciadamente fallecido, que decía: Atención, que esta mujer, tira ladrillos sin agujeros…

Naturalmente, la solterona tiraba algo que tenía preparado para la ocasión, pero siempre más para amedrentar que para hacer daño.

Al final, llenos de cansancio y risas, a los que poníamos La Alpabarda, nos tocaba el regreso a casa y la consiguiente bronca paternal. Al año siguiente, ésta ya estaba olvidada ylas huertas vigiladas, para ver cuál de ellas tenía los mejores ‘Troxos’.

Un año más llega la Navidad y ya los ojeadores han hecho un furtivo recorrido por las huertas villafranquinas. La noche del cinco de enero, algunas habrán perdido una buena parte de ‘Troxos’, pero el agricultor, prefiere esto a una tormenta de verano, porque estos, los que quedan, aguantarán las heladas y los jóvenes seguirán con la tradición, que ellos mismos mantuvieron en sus años mozos.
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