La primavera es el plazo que maneja el equipo de gobierno de Cacabelos para comenzar la obra que dé lugar al nuevo cementerio del municipio berciano, según estima la alcaldesa Irene González.
Hace dos semanas se aprobó en pleno la entrada en el inventario municipal de la parcela donde se ubicará el nuevo camposanto, la cual no se halla en el mismo espacio que el actual cementerio, sino en la carretera LE-5201 con dirección a Magaz de Arriba. Era el paso necesario para, después de mucho tiempo, trazar una solución a la falta de nichos que sufre Cacabelos.
Y es que, según recuerda la regidora, en estos momentos solo hay uno disponible. No obstante, no puede adquirirlo cualquiera, pues, según especifica, está reservado "para si lo necesita alguna familia que no tenga otro nicho o panteón previamente".
Así, la primavera es la estimación que fija González para que den comienzo las obras financiadas a través del Plan de Infraestructuras y Obras y Servicios (PIOS) de la Diputación de León de modo que, aproximadamente, dentro de un año pueda haber un centenar de sepulturas adicionales disponibles. El presupuesto de estos trabajos ronda los 340.000 euros.
De esta manera, finalizará uno de los asuntos más polémicos de la villa del Cúa, y es que recientemente el Partido Popular, capitaneado por Adolfo Canedo, hizo pública su oposición a este proyecto señalando un descontento vecinal, pues recordó que la finca donde se levantará el camposanto ya fue rechazada por los vecinos cuando su partido estaba en el gobierno, priorizando que se mantuviera su ubicación en el núcleo actual y se llevaran a cabo las ampliaciones pertinentes.
En este sentido, desde las filas populares sostenían que la alcaldesa debía tener en cuenta las preferencias vecinales y gobernar "por y para todos los convecinos", más allá de las decisiones que coincidían con propuestas que ya habían sido planteadas por el PP en su día.
No obstante, el equipo de Irene González siguió adelante con su idea y, una vez se superen todos los trámites burocráticos necesarios, las máquinas comenzarán a trabajar en el terreno para dar lugar al nuevo camposanto.