El nuevo acceso a sistemas antiheladas no le sirve a los productores bercianos

Aunque se recogen muchas de sus solicitudes, la necesidad de unir a varios productores podría hacer que no sirvieran. La ABA pide que se vea al Bierzo con sus peculiaridades y se alcancen ayudas al 70%, que supondrían 2 millones para la Junta

16/04/2024
 Actualizado a 16/04/2024
Las heladas han causado destrozos en cosechas anteriores. | L.N.C.
Las heladas han causado destrozos en cosechas anteriores. | L.N.C.

Aunque se han recogido algunas de las peticiones de los agricultores bercianos para poder tener acceso a los necesarios sistemas antiheladas que llevan años reclamando, la orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural modificada les deja "un sabor agridulce", dice el presidente de la Asociación Berciana de Agricultores, ABA, Daniel Franco. Y es que, la Orden recoge una financiación prevista de un millón de euros para los años 2023, 2024 y 2025.

En concreto, se han ampliado las especies admisibles, incluyendo el Prunus avium y el Prunus cerasus; se ha reducido la superficie mínima del conjunto de recintos de 4 a 2 hectáreas; y se ha reducido, también, la edad de las plantaciones de 3 a 1 año, “teniendo en cuenta tanto la renovación agronómicamente recomendada como los efectos beneficiosos que este tipo de instalaciones producen en fases tempranas y en su devenir posterior”. Esto, aplaude Franco, se le había solicitado, porque da acceso a plantaciones más pequeñas, permitiendo sistemas antiheladas con 2 hectáreas o también porque permite que se pueda hacer la renovación de las plantaciones, al rebajar su edad. Pero, el problema está en que la financiación se basa en fondos 'minimis', dirigidos a agrupaciones, como mínimo de dos agricultores, algo que para Franco, hace que el resto de los cambios, no vayan a ser efectivos. Aunque asegura que ha habido voluntad por parte del director general de Desarrollo Rural, Jorge Izquierdo, con el que se han reunido dos veces, la Junta no puede ir a más "creo que están atados de pies y manos a esos fondos y deberían buscar otros", pide. 

Franco asegura que se pone la excusa de que hay otras líneas de ayuda para los agricultores, a título personal. Se puede pedir apoyo para la mejora de instalaciones "y puedes optar a una torre" que contaría con una subvención del 45%, un 5% más de hacerlo con la otra ayuda. Pero asegura que la burocracia y el pago de la ayuda es distinto y se alarga mucho más. Mientras que las ayudas planteadas por la Junta se cobran antes de que la campaña siguiente salga, en este caso "se puede alargar cuatro campañas" y la tramitación es mucho más compleja. Por eso tampoco es una vía de escape para ellos. 

La Junta pretendía, con esta modificación, que hubiera más postulantes a estos sistemas. Pese a la necesidad de los mismos y a que lo consideraran una prioridad, con las anteriores ayudas solo hubo una solicitud. Era la previsión acertada que marcaba Franco que ahora augura otra: una más. Adelanta que las condiciones no serán atractivas, de nuevo y sigue reclamando que la Junta mire más allá y que vuelva al principio, cuando quiso ofrecer ayudas válidas, poniendo la tilde a la identidad berciana.

Franco considera que se debe tener en cuenta la situación de una comarca con siete marcas de calidad, la que más en toda Europa "y diría que en el mundo". Ahora lucha por conseguir una nueva marca para miel. Pero además, es una tierra que se desangra en población y que tiene en la agroalimentación una cuerda a la que asirse que considera que las administraciones deben saber ver.

Estima que con ayudas del 70%, que supondrían para la Junta un importe de dos millones de euros, se cubrirían las necesidades de los productores bercianos. Incluso, bajando las cifras, habla del 50%, que serían sobre 1,5 millones, también salvaría el gordo de la producción. Pero lamenta que la norma no tenga posibilidades de cambio "dicen que hasta aquí pueden llegar. Es predicar en el desierto", lamenta Franco.

Lo hace mirando al cielo porque, aunque este año parece que todo marca buenas expectativas, queda mucho recorrido hasta la recogida de la pera conferencia y de la manzana reineta, cuyas flores comienzan a despuntar.

Apunta el presidente de la ABA que el verano anticipado, con días en los que Ponferrada estuvo con la segunda temperatura más alta de todo el país, ha permitido la floración y, aunque había lago de miedo por las lluvias, estas no han afectado ni a la cereza ni a la pera ni a la manzana. "Salvo sorpresas, podemos tener una cosecha aceptable", dice con cautela. Apunta que la manzana ha tenido buena floración, pero hasta septiembre no se quitará el velo para saber si eso ha sido señal de buena cosecha.

De todos modos, recuerda que en 2017, una gran helada que cayó el 23 de abril sentenció la producción. Franco quiere apuntar al optimismo y espera que el 1 de mayo marque la fecha para decir que las heladas han pasado "y empecemos a pensar en las tormentas", dice, porque el campo tiene los ojos siempre puestos en el cielo.

 

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