Una mujer con autismo lidera una startup berciana para romper la brecha laboral de personas con discapacidad

Su proyecto ya ha conseguido el primer premio de 5.000 euros de la Fundación 'A la par' Startup Challenge por este trabajo que realiza con su hijo

07/03/2024
 Actualizado a 07/03/2024
Ester ha proyectado esta startup en base a su propia experiencia.
Ester ha proyectado esta startup en base a su propia experiencia.

 La startup berciana Teamworkz, que pretende ayudar a personas con autismo y con discapacidad intelectual a encontrar trabajo, ha conseguido el primer premio de 5.000 euros de la Fundación ‘A la par’ Startup Challenge, un desafío organizado por IMPACT Accelerator y Fundación ‘A la par’, con el que podrán impulsar este emprendimiento social.


«Mi diagnóstico de autismo en la edad adulta me hizo entender todas las dificultades por las que había pasado a lo largo de mi vida y conseguir trabajo es una de las más duras» explica Ester Pérez, cofundadora de Teamworkz y diagnosticada de autismo.

Eso le impulsó a desarrollar una plataforma innovadora que utiliza gamificación, inteligencia artificial y apoyo personalizado para conectar a las empresas con las personas autistas y con discapacidad intelectual en búsqueda de empleo.  Junto con su hijo, Pérez está creando una plataforma que facilitará la inclusión laboral de las personas con estas condiciones para que participen activamente en la sociedad facilitando la inclusión laboral.


«Para nosotros es un orgullo apoyar a los emprendedores que estén utilizando la tecnología para ayudar a resolver algunos de los problemas más apremiantes que enfrenta nuestra sociedad», dice Nacho Hortal, director de Startups y Comunicaciones de IMPACT Accelerator. «En este caso, el equipo de Teamworkz logró encontrar una solución para cerrar la brecha del mercado laboral en personas con discapacidad. Desde IMPACT Accelerator seguiremos promoviendo estas iniciativas con el proceso de aceleración social».


 «El autismo no es un freno»


Para Pérez este proyecto es una herramienta elemental «el autismo no es un freno en sí mismo para la inserción laboral. El principal obstáculo está en la sociedad y sus prejuicios. La falta de conocimiento sobre autismo genera recelo en las empresas a la hora de contratar a personas con autismo, por miedo a que no se adapten al ritmo de trabajo o a las interacciones sociales», dice. «Es cierto que cuando no tenemos un diagnóstico somos vistos como los «raros». A veces somos mirados con recelo por nuestros compañeros debido a nuestra forma de expresarnos o de trabajar, ya que podemos ser muy intensos. También podemos ser los antipáticos por no querer socializar», abunda. Sin embargo, apunta «cuando comunicas tu diagnóstico te pueden discriminar igualmente. De hecho, la mayoría de las personas con autismo que tienen empleo prefieren ocultar su diagnóstico a las empresas por miedo a las consecuencias».


Según los últimos datos de Autismo Europa, entre el 76% y el 90% de las personas con autismo están desempleadas o tienen trabajos precarios. «Somos el colectivo con la tasa más alta de desempleo», lamenta. Su startup busca «cambiar la percepción que la sociedad y de las empresas sobre estas condiciones. Queremos que miren más allá del diagnóstico y se fijen en la persona que hay detrás. Que vean que son personas con muchas fortalezas y habilidades y que tienen mucho que ofrecer en el entorno laboral».


En el ámbito de la inserción laboral, Teamworkz apuesta por centrase en el empoderamiento de las personas con autismo y con discapacidad intelectual. A través de herramientas diseñadas específicamente para ellos, «queremos apoyarles en su formación y desarrollo. También buscamos el «match» perfecto entre las habilidades de los candidatos y las necesidades de la empresa. Además, reconocemos la necesidad de adaptar los procesos de selección de los candidatos. Los procesos de selección tradicionales no están pensados para personas con discapacidad, y excluyen a personas que están muy capacitadas», explica la autora de este proyecto. Del lado positivo, sí considera que es cierto que en los últimos años se han logrado avances. Se han creado leyes que promueven la contratación de personas con discapacidad a través de beneficios fiscales y cada vez hay más empresas que están implementando políticas de inclusión y diversidad.

Sin embargo, «aún queda mucho trabajo por hacer. La verdadera inclusión no se consigue solo con medidas políticas o legales, sino cuando las empresas valoren a las personas por sus capacidades y no por su condición. No se trata de integrar a las personas con discapacidad por obligación o por obtener beneficios fiscales o una mejor imagen de tu empresa», reclama. «Es necesario crear una cultura empresarial donde la diferencia no sea vista como un obstáculo, sino como una oportunidad».


Ester Pérez comenzó a dar forma a esta idea hace unos dos años, al lado de su familia «aceptaron mi proyecto en una incubadora de empresas de Valencia, que se llama Con Valores, y ahí pude concretar más mi idea y a crear el plan de negocio. Sin todos estos apoyos quizás el proyecto no hubiera pasado de ser una mera idea», reflexiona. Sí considera que lo que más complicado le resultó en este proceso ha sido «enfrentarme a mis miedos y a situaciones que me generan mucho desgaste físico y mental. Por ejemplo, he acudido a sesiones de networking en las que he tenido que pedir ayuda al organizador para socializar». 


Teamworkz se concibe como una plataforma inclusiva. «Estamos trabajando ahora en realizar las mejoras necesarias para su puesta a punto», dice. «Para nuestros usuarios candidatos tenemos inscripción y creación de perfil, gamificación para la evaluación de competencias y la IA para la orientación laboral. Todas ellas gratuitas. Además, estamos preparando unos cursos de capacitación para mejorar la empleabilidad de nuestros usuarios, a precios muy reducidos». Y para los usuarios empresas «tenemos suscripción a paquetes personalizados, según las necesidades de contratación de la empresa, asesoramiento personalizado y también les ofrecemos formación en neurodiversidad».

En ambos casos ofrece apoyo y acompañamiento durante todo el proceso. Por ahora, sus  avances han sido de manera independiente, sin administraciones ni empresas como respaldo «quizás no hemos sabido llamar a las puertas adecuadas», justifica Pérez.  «Nos encantaría establecer colaboraciones y asociaciones con administraciones,empresas y otras entidades que compartan nuestra visión de inclusión y diversidad en el ámbito laboral», dice, como proyecto a futuro. 

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