El espacio que dejó la desaparición de la Montaña de Carbón, que ponía a Ponferrada en el mapa negro de la minería, pasará a ser una zona verde con sendas de cinco kilómetros, gracias al proyecto Anillo Verde. Así lo concretó la concejala de Presidencia, Lidia Coca en la inauguración del primer paso hacia ese proyecto, un parque infantil con elementos de madera que se completará con una tirolina en primavera.
Al lado del parque, el regidor, Marco Morala, apuntó que se pretende también actuar con otros elementos que han quedado como vestigios de la montaña, en concreto un aljibe, un transformador antiguo y una nave. En todos ellos se actuará con el fin de integrarlos en el proyecto conjunto que se pone en marcha con este parque "vamos a seguir actuando y trabajando en la renaturalización", mejorando, asegura, el proyecto del equipo de gobierno anterior. Quedan por colocar una decena de bancos, una fuente y cuatro papeleras, que completarán el proyecto próximamente.
Coca asegura que la inversión que se ha realizado en este parque es alta, completando 205.000 euros, "pero ya estaba hecha" y han seguido adelante con el proyecto. Eso sí, apunta que no se ejecutará más gasto "porque la zona está quedando espectacular". Después de este parque, lo que se está haciendo es replantar especies autóctonas como roble, encina, olmo, fresno o alcornoque entre otras. Hay un estudio sobre la vegetación espontánea que en su día había en la Montaña de Carbón, que da esas especies "que se están poniendo en valor y que creemos que tenemos que conservar". De ser una zona degradada, será una zona integrada en Ponferrada. En ella estarán las sendas ciclables y para caminar, que estarán en un espacio de 30 hectáreas, desde Compostilla hasta la Ciuden. Es un proyecto a medio plazo, pero espera que en 2025 estén completas.