El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, quiso quitar transcendencia al nombramiento de los cinco cargos de confianza que se producía este lunes y que costarán a las arcas municipales unos 150.000 euros al año. Son cuatro puestos más de los que había, pero el regidor defiende que la ley le permitiría ir a 12. Considera que a los ciudadanos no les preocupa la elección de cargos de confianza y que lo que busca es "gente que aporte". En eso justifica contar, entre esos cargos, como coordinadora de áreas no delegadas, a la que fue concejala de USE, Cristina López Voces y que votó a favor de la moción de censura de un gobierno popular, capitaneado por Carlos López Riesco.
Considera que esa perceción deja claro que "hay partidos que viven anclados en el pasado, pero los ponferradinos les han puesto en donde les corresponde, en la oposición". Defiende que todos pueden trabajar por Ponferrada y que su nuevo equipo viene "en un estado de ilusión" y "cuento con todos, sin sectarismos y sin distinciones ideológicas", dijo.