La Mesa del Castaño ha celebrado en Borrenes su primera reunión tras la ola de incendios que ha golpeado a la comarca, con el objetivo de valorar el impacto de las llamas sobre los sotos. Aunque todavía falta por realizar un balance preciso cuando la situación se estabilice, el secretario de la entidad y técnico de la Asociación Berciana de Agricultores, Pablo Linares, adelantó una estimación inicial: unas 1.300 hectáreas de castaños podrían haberse visto afectadas, de las cuales aproximadamente la mitad corresponderían a árboles en producción.
Los municipios de Oencia y Las Médulas figuran entre los más perjudicados. En el caso de Oencia, las pérdidas son especialmente graves: del 60% de superficie calcinada, cerca de un 45% corresponde a castañares productivos, lo que reducirá notablemente la cosecha de este año. En Las Médulas, el fuego también ha alcanzado zonas de alto valor agrícola, con un previsible descenso en la recolección. En conjunto, los incendios habrían comprometido en torno a un 15% de la producción total de castaña del Bierzo.
Pese a este duro golpe, Linares subraya que el cultivo mantiene una tendencia de expansión y que, a medio plazo, el sector continuará ofreciendo una base sólida de producción. La Mesa del Castaño prevé reunirse de nuevo en el plazo de un mes para diseñar las medidas que se reclamarán a las administraciones. Estas incluirán compensaciones por la pérdida de cosecha, actuaciones de recuperación y reforestación en los sotos dañados, así como la reparación de caminos e infraestructuras rurales afectadas por el fuego.